La varita m¨¢gica volvi¨® a funcionar

Cuando se cre¨ªa ya jubilado del proceso de paz en el Ulster, George Mitchell recibi¨® en julio una llamada que le devolvi¨® a la mesa de juego. Tony Blair le ped¨ªa que retomara las riendas de una negociaci¨®n bloqueada que, aunque sin muertos (y ¨¦se era el signo de esperanza), manten¨ªa al Ulster sin Gobierno. Estancado.

"No vengo a preparar el acuerdo, sino a asistir a su consecuci¨®n", hab¨ªa dicho en junio de 1996, al iniciarse la negociaci¨®n. En julio lo record¨®, y ayer, lo logr¨®. Pocos hab¨ªan dado un duro por ¨¦l cuando, antes de las negociaciones, David Trimble le descalific¨® as¨ª: "Es como nombrar a un americano serbio al frente de las negociaciones sobre Croacia". "Es un cat¨®lico del mismo establo que los Kennedy", vomit¨® el unionista radical Ian Paisley. Pero ni Mitchell es cat¨®lico, sino cristiano maronita, ni sus or¨ªgenes irlandeses pesaban m¨¢s que el orfanato de Boston en el que se cri¨® su padre, m¨¢s tarde adoptado por un matrimonio liban¨¦s. Ayer, la varita m¨¢gica del ex senador dem¨®crata Mitchell, de 65 a?os, volvi¨® a funcionar.