Ellacur¨ªa, deuda viva
DIEZ A?OS despu¨¦s del asesinato de Ignacio Ellacur¨ªa y de otros cinco jesuitas y dos empleadas de la Universidad Centroamericana (UCA) de El Salvador, perpetrado en la madrugada del 16 de noviembre por militares salvadore?os, puede afirmarse que aquel repugnante crimen que conmocion¨® a la comunidad internacional no fue en vano. La apuesta de Ellacur¨ªa y sus compa?eros por una salida dialogada al conficto civil que ensangrentaba desde 1980 el pa¨ªs centroamericano, y por lo que se hicieron sospechosos hasta la muerte al Ejercito salvadore?o y a sus apoyos en Estados Unidos, dio sus frutos en las negociaciones con la guerrilla en 1991 y la incorporaci¨®n de ¨¦sta a la vida pol¨ªtica del pa¨ªs.Es cierto que las causas profundas de la violencia, diagnosticadas por Ellacur¨ªa con gran lucidez, siguen en gran medida presentes en la actual sociedad salvadore?a, como sucede en otros pa¨ªses de Centroam¨¦rica. Pero s¨®lo la v¨ªa pol¨ªtica, cimentada en el di¨¢logo y la confrontaci¨®n democr¨¢tica, puede dar alguna esperanza de erradicarlas sin los costes terribles de una guerra civil.
Mal que bien, el pa¨ªs en el que hace diez a?os fueron asesinados Ellacur¨ªa y los suyos ha normalizado su vida, sustituyendo el combate de las armas por el de las ideas y la lucha pol¨ªtica. En no escasa medida, la obra y la muerte de los jesuitas contribuyeron a hacer posible esta evoluci¨®n. Pero que diez a?os despu¨¦s de los asesinatos no haya sido posible exigir responsabilidades a los mandos castrenses que los planearon y decidieron -s¨®lo se conden¨® a dos militares que participaron en la matanza y que fueron r¨¢pidamente amnistiados- muestra los l¨ªmites de aquel progreso. La democracia salvadore?a tiene pendiente la deuda contra¨ªda con Ellacur¨ªa y sus compa?eros.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.