Y John se fue con sus nietas
John Benjamin Toshack (Swansea, 1949) comandaba un supuesto plan de renovaci¨®n total en la plantilla del Madrid, a principios de julio pasado, en Suiza. El club invirti¨® 12.000 millones de pesetas en fichar jugadores recomendados por ¨¦l y durante la pretemporada, en Nyon, la prensa le pregunt¨® por las posibilidades de fracasar. A modo de respuesta, Toshack despleg¨® en una frase lo que consideraba el principio rector de su mandato: "Creo que esto va a salir bien, pero si sale mal, a estas alturas, yo no tengo ning¨²n problema; me voy a descansar con mis nietas, y ya est¨¢".Cuatro meses despu¨¦s, todo le sal¨ªa mal. El Madrid perd¨ªa puntos en la Liga y su juego era tan err¨¢tico como siempre en manos de un entrenador sin argumentos. El vestuario no tard¨® en fagocitarle hasta convertirlo en un personaje cargado de patetismo. Motivo de desprecio entre los jugadores que dirig¨ªa, confundido ante cada partido, indeciso frente a la sola posibilidad de armar una alineaci¨®n fiable, evocaba retru¨¦canos brit¨¢nicos que nadie parec¨ªa comprender y acusaba a sus jugadores de las desventuras del equipo.
El Toshack de los ¨²ltimos meses era un hombre desasosegado. Se hab¨ªa desvanecido su prop¨®sito de transformar el equipo; revolucionar el vestuario; disolver los egos para armar un "grupo". Para afrontar ese cometido lo hab¨ªa llamado el presidente, Lorenzo Sanz, en febrero, y Toshack pas¨® el verano entregado a la causa de la limpieza de vedettes, como ¨¦l mismo relat¨®: "Cuando llegu¨¦ todo el mundo se daba muchos besos pero por detr¨¢s se apu?alaban cada vez que pod¨ªan. Eso no era un equipo. No hab¨ªa mentalidad de grupo. ?De qu¨¦ generaci¨®n de La S¨¦ptima hablaban? Generaciones eran las del Liverpool o el Manchester de los sesenta, setenta y ochenta; hombres que jugaban durante diez a?os, ganaban cuatro Ligas y una Copa de Europa, y se volv¨ªan a su casa sin hacer tanto ruido... ?De qu¨¦ estrellas me hablan? ?Qu¨¦ es eso del Madrid de las estrellas? Yo s¨®lo s¨¦ que las estrellas est¨¢n en el cielo y los cracks en el suelo; en Inglaterra les decimos cracks a las rajas... No, el Plan Renove no ha terminado, en el vestuario todav¨ªa queda alguno que...".
Febril, metido en faena, las palabras del t¨¦cnico habr¨ªan estremecido a m¨¢s de uno de sus jugadores -despedidos Mijatovic y Suker, quedaban Seedorf, Savio, Illgner o Guti, futbolistas que el t¨¦cnico no quer¨ªa en el equipo-. Para remediar los males que advert¨ªa, Toshack import¨® sangre joven. "?Hab¨¦is visto la fuerza, el entusiasmo... que tienen estos chavales?", dec¨ªa, se?alando, sobre todo, a los dos futbolistas que consideraba su descubrimiento en la Liga turca: Geremi y Balic.
Pero Balic cay¨® lesionado y se perder¨¢ la temporada. Geremi prob¨® ser un carrilero incansable, y poco m¨¢s. El t¨¦cnico no consigui¨® dar ni con el once titular ni con una idea futbol¨ªstica concreta, y los resultados delataron el peor comienzo de Liga en la historia del Madrid. Divagaba indeciso cuando los jugadores aprovecharon para darle la espalda. M¨¢s solo se qued¨® cuando Lorenzo Sanz lo desautoriz¨®. El final se le anunci¨® a John Toshack cuando ya se dejaba llevar hacia un destino m¨¢s sosegado. Sus nietas lo estaban esperando.
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