El grupo municipal de CiU exige al Ayuntamiento un estudio sobre el impacto de los proyectos l¨²dico-comerciales

VIENE DE LA P?GINA 1 El portavoz de CiU en el Ayuntamiento de Barcelona, Josep Mir¨® i Ard¨¨vol, fue a¨²n m¨¢s lejos en las cr¨ªticas hacia N¨²?ez al definir su actitud de la siguiente forma: "Si un miembro de la junta tiene que dejarla por estar en desacuerdo con un proyecto que promueve, eso tiene un nombre: dictadura y totalitarismo".

El consejero de Econom¨ªa en funciones de la Generalitat, Artur Mas, tambi¨¦n respondi¨® al presidente del Bar?a: "Nadie est¨¢ en el Bar?a en representaci¨®n de un partido pol¨ªtico"; no obstante, afirm¨®: "A CiU nunca se le ha consultado qu¨¦ personas quer¨ªamos tener en la junta del Bar?a".

Joana Ortega, regidora de Uni¨® Democr¨¤tica de Catalunya en el consistorio barcelon¨¦s, se?alo que no cree que "los directivos que militan en partidos pol¨ªticos est¨¦n en una situaci¨®n incongruente".

Impacto del sector l¨²dico

El grupo de Converg¨¨ncia i Uni¨® (CiU) en el Ayuntamiento de Barcelona reiter¨® ayer su oposici¨®n al proyecto del Bar?a 2000 al proponer que este y otros complejos l¨²dico-comerciales en tr¨¢mite de realizaci¨®n, como el centro que se pretende instalar en la antigua plaza de Las Arenas o el F¨°rum 2004, no avancen sin antes realizar un estudio del sector comercial y l¨²dico de la ciudad, y si no se aprueba un plan espec¨ªfico de usos.

Joaquim Molins indic¨® que desde 1992 en Barcelona se han construido un total de 140.000 metros cuadrados de centros de ocio y 30 salas de multicine, y est¨¢n en tr¨¢mite de apertura otros grandes centros (Diagonal Mar, Maquinista, Renfe-Meridiana, Bar?a 2000, Las Arenas y F¨°rum 2004), que ampliar¨¢n la oferta hasta 600.000 metros cuadrados de locales comerciales y l¨²dicos y 120 salas de cine.

El presidente del grupo municipal de CiU en el consistorio, Joaquim Molins, afirm¨® que no sabe "hacia d¨®nde va la ciudad" y se pregunt¨® si s¨®lo se pretende una ciudad de ocio. Molins dijo que el alcalde de Barcelona, Joan Clos, "tiene la obligaci¨®n de saber qu¨¦ quiere para la ciudad. Es abracadabrante que Clos, en el caso del Bar?a 2000, por ejemplo, pase las alegaciones al club y no diga m¨¢s".

El grupo municipal de CiU, en vista de que el municipio no ha evaluado el impacto de la transformaci¨®n sobre la estructura, las funciones y la actividad urbana y econ¨®mica de la ciudad, plantear¨¢ en el pleno municipal del d¨ªa 26 que se lleve a cabo de forma urgente un estudio del impacto de los complejos.