Dos grandes de nuestro tiempo

La interpretaci¨®n musical ha alcanzado en nuestro tiempo unos niveles de excepci¨®n. No s¨®lo porque contemos con gran n¨²mero de virtuosos de t¨¦cnica perfecta, sino porque cada d¨ªa en mayor proporci¨®n ese vituosismo est¨¢ apoyado en la pura sustancia musical, puesto a su servicio a trav¨¦s de una pr¨¢ctica constante de las formas de c¨¢mara. Es el caso de Frank Peter Zimmermann, violinista (Duisburgo, Alemania, 1965), y del pianista Christian Zacharias, tambi¨¦n alem¨¢n, aunque nacido en Jamshedpur (India), triunfadores individualmente y en d¨²o, como suceder¨¢ ahora en Madrid, para ofrecer la serie completa de Sonatas para piano y viol¨ªn, de Beethoven. Para dar con el secreto de tan hermoso y significativo ciclo hacen falta muchos dones y saberes, am¨¦n de dar con lo m¨¢s decisivo: la humanidad que rebosa de todo mensaje beethoveniano.En realidad, por mucho que se escuchen las sinfon¨ªas, los conciertos, la ¨®pera Fidelio o la Misa, s¨®lo se entender¨¢ de modo recto el genio beethoveniano si hacemos nuestras, con aire de cotidianidad, las grandes obras de c¨¢mara: cuartetos, sonatas para viol¨ªn y piano o para piano y violonchelo. Son algo as¨ª como un "coraz¨®n revelador" del inmenso corpus con el que Beethoven muda la historia de la m¨²sica a la vez que enaltece su continuidad.

Pero s¨®lo en manos de m¨²sicos aut¨¦nticos y virtuosos egregios se hace posible la explicaci¨®n desde su sustancialidad radical de estos formidables di¨¢logos cuyo fluir musical se enlaza o contrapone, canta l¨ªrico o se rebela airado. Y todo ello, en plena y objetiva libertad musical, al margen de reales o posibles an¨¦cdotas. Vamos a recibir muy pronto al siglo XXI y bueno ser¨¢ que anotemos los nombres que fueron estelares en la centuria anterior y continuar¨¢n definiendo la siguiente. Por ejemplo, Frank Peter Zimmermann y Christi¨¢n Zacharias. Su orden y su fantas¨ªa marchan siempre por el camino m¨¢s seguro y noble: la b¨²squeda de la verdad que tambi¨¦n existe en m¨²sica. Desde ella conmover¨¢n, a partir de esta tarde, el ¨¢nimo y la inteligencia de la filarmon¨ªa madrile?a. Y desde la verdad y la belleza se mostrar¨¢n los dos artistas no ya a la altura de su renombre, sino por encima de su propia fama.