Aires de miniguerra fr¨ªa en el C¨¢ucaso

De momento es tan s¨®lo una miniguerra fr¨ªa. La crisis del C¨¢ucaso no termina en Chechenia. Rusia, que vio con preocupaci¨®n c¨®mo la OTAN interven¨ªa sin consultarle en Kosovo, observa a¨²n con m¨¢s alarma la creciente influencia de EEUU en las rep¨²blicas exsovi¨¦ticas del C¨¢ucaso Sur: Azerbaiy¨¢n, Georgia y Armenia. Su patio trasero.Con el reciente acuerdo petrolero, Azerbaiy¨¢n y Georgia han hecho una apuesta firme por EEUU y Occidente que marca un distanciamiento de Rusia. Falta por saber si ¨¦sta aceptar¨¢ la derrota. De no ser as¨ª, tiene medios para desestabilizar la regi¨®n y convertir la ruta sur del crudo y el gas en tan azarosa como la norte, que pasa por Chechenia.

El punto m¨¢s vulnerable parece Georgia, un pa¨ªs herido por el separatismo y en el que a¨²n quedan cuatro bases y miles de soldados rusos, aunque ¨¦stos ya no participen en el control fronterizo. Mosc¨² ha aceptado en Estambul una reducci¨®n significativa de sus efectivos, pero se niega a la retirada total. Y esas tropas, m¨¢s que garant¨ªa de estabilidad son ya una amenaza. Georgia reconoce que aspira a entrar en la OTAN, aunque a¨²n no lo ha pedido.

Inestabilidad

En Azerbaiy¨¢n, foco principal del gran juego del petr¨®leo del Caspio, el r¨¦gimen semidictatorial del ex comunista Heydar Al¨ªyev es m¨¢s inestable de lo que parece, sobre todo por la generalizaci¨®n de la pobreza, la mala salud y la edad del presidente, y el conflicto con Armenia.No se puede excluir una lucha por la sucesi¨®n con graves turbulencias. Rusia podr¨ªa aprovecharse de ellas, incluso provocarlas. Las bombas ca¨ªdas en las ¨²ltimas semanas en territorio georgiano, supuestamente por error, evocan ese peligro.

Ambos pa¨ªses evitan la ruptura con Rusia (que ya les exige visado para frenar la infiltraci¨®n de "terroristas") y echarse abiertamente en manos de Occidente. En cuanto al tercer pa¨ªs del C¨¢ucaso, Armenia, es otro polvor¨ªn en potencia, como demostr¨® el asesinato del primer ministro y el presidente del Parlamento.

Los intereses de Rusia y EEUU chocan en el C¨¢ucaso. Es una disputa de hegemon¨ªa que se extiende a otros frentes, como el desarme. El deseo norteamericano de cambiar el tratado ABM para desplegar un sistema antimisiles amenaza, seg¨²n Mosc¨², el delicado engranaje de tratados de reducci¨®n de arsenales at¨®micos. El START II sigue sin ratificarse por la Duma, y la negociaci¨®n del START III se ha congelado. Y Rusia recuerda con ensayos de cohetes que no se debe despreciar a un pa¨ªs con miles de armas at¨®micas.