La p¨ªldora abortiva s¨®lo ha sido recetada una vez en Espa?a en los dos ¨²ltimos a?os

Hace dos a?os los grupos parlamentarios aprobaron por unanimidad eliminar las barreras para que las mujeres pudieran acceder a la p¨ªldora abortiva RU-486. Pero esta medida, lograda tras una enconada petici¨®n de los grupos proabortistas y la f¨¦rrea oposici¨®n de la Iglesia, ha tenido un efecto nulo en la pr¨¢ctica m¨¦dica: desde su aprobaci¨®n en 1997 s¨®lo un facultativo ha utilizado este m¨¦todo "inocuo, eficaz y positivo para la salud", en palabras de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS). Las trabas administrativas y la actitud pasiva de los m¨¦dicos est¨¢n en la ra¨ªz del fracaso.

El 26 de noviembre de 1997, a iniciativa de Izquierda Unida, los tres grupos parlamentarios acordaron por unanimidad en la Comisi¨®n de Sanidad del Congreso de los Diputados instar al Gobierno a que allanase el camino para la comercializaci¨®n de la p¨ªldora abortiva. Ante el escaso efecto de esta medida, el a?o siguiente la oposici¨®n present¨® otra proposici¨®n no de ley que exig¨ªa que al menos se permitiese su adquisici¨®n como medicamento extranjero. Esta es la ¨²nica forma en que ahora puede adquirirse la p¨ªldora abortiva, que permite interrumpir embarazos de hasta 49 d¨ªas con una eficacia del 97% sin necesidad de pasar por el quir¨®fano.Para conseguir este f¨¢rmaco, el m¨¦dico debe solicitar al Ministerio de Sanidad y Consumo su importaci¨®n para una paciente concreta y siempre que el aborto est¨¦ justificado desde un punto de vista legal (violaci¨®n, malformaci¨®n del feto o grave peligro para la salud de la madre). Eso es lo que hizo un m¨¦dico valenciano el pasado mes de agosto, el ¨²nico que ha dado este paso, seg¨²n Sanidad. El centro valenciano tuvo que demostrar que contaba con una unidad de cuidados intensivos, un servicio de farmacia propio (o la adscripci¨®n al de un hospital) y otro de urgencias para solicitar la RU-486, que es un medicamento de uso exclusivamente hospitalario. Estos requisitos hacen pr¨¢cticamente imposible que la p¨ªldora llegue a las cl¨ªnicas privadas -responsables de casi el 98% de los abortos legales (unos 50.000 al a?o)-, seg¨²n Consuelo Catal¨¢, presidenta de la Asociaci¨®n de Cl¨ªnicas Acreditadas para Interrupciones voluntarias del embarazo (ACAI), que agrupa a unas 50. S¨®lo el 10% de ellas cumple los requisitos que exige Sanidad para proporcionarles la RU-486, seg¨²n fuentes de ACAI.

Estas razones son puestas en duda por la diputada de Izquierda Unida ?ngeles Maestro. "Es un esc¨¢ndalo", asegur¨® ayer, "la falta de inter¨¦s de los m¨¦dicos para facilitar a sus pacientes la RU-486". Maestro considera que este desinter¨¦s se debe a que econ¨®micamente no les beneficia su administraci¨®n. El precio de la p¨ªldora, que est¨¢ financiada por la Seguridad Social, puede rondar las 11.000 pesetas, frente a las entre 45.000 y 60.000 que puede llegar a costar un aborto quir¨²rgico.

Victoria Virtudes, de la cl¨ªnica Dator de Madrid, cuestiona este razonamiento: "Las cl¨ªnicas llevamos a?os luchando por la RU-486, pero no nos la dan". Virtudes subraya que, con esta p¨ªldora, las cl¨ªnicas ahorrar¨ªan en quir¨®fanos y personal y facturar¨ªan un gasto similar, ya que a la prescripci¨®n de la p¨ªldora -tres comprimidos de 200 miligramos en una sola toma- hay que a?adir una estancia en el centro entre 36 y 48 horas despu¨¦s para tomar dos comprimidos de un medicamento que se emplea para la ¨²lcera y que provoca contracciones en el ¨²tero, necesarias para expulsar el ¨®vulo fecundado, seguimiento m¨¦dico y ecograf¨ªas.

La RU-486 no es la p¨ªldora del d¨ªa despu¨¦s, que simplemente impide la fecundaci¨®n del ¨®vulo. El medicamento impide que el ¨®vulo fecundado se desarrolle. Es un aborto. Por eso, la objeci¨®n de conciencia de los profesionales de la sanidad p¨²blica es un problema a?adido para la llegada de la RU-486. La Organizaci¨®n M¨¦dica Colegial no tiene datos al respecto, pero el hecho de que no haya ni un solo hospital p¨²blico que practique abortos en siete comunidades y que s¨®lo el 2% de las intervenciones tengan lugar en la sanidad p¨²blica refleja la situaci¨®n.

El presidente de la Federaci¨®n de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad P¨²blica (FADSP), Marciano S¨¢nchez-Bayle, cifra en un 90% los profesionales sanitarios, no s¨®lo m¨¦dicos, que se niegan a practicar abortos.

?ltimos tr¨¢mites

La situaci¨®n puede cambiar con la pr¨®xima comercializaci¨®n de la p¨ªldora. Esta medida fue aprobada en julio pasado por la Agencia Europea del Medicamento de forma simult¨¢nea para Espa?a y otros siete pa¨ªses europeos (Alemania, Austria, B¨¦lgica, Dinamarca, Finlandia, Grecia y Holanda). Ahora, el laboratorio Anhroc ultima los tr¨¢mites con el Ministerio de Sanidad para llevar el a?o que viene a los hospitales y a las cl¨ªnicas privadas espa?olas la RU-486.Anhroc no ha comunicado el precio al que pretende vender la p¨ªldora, aseguran fuentes de Sanidad, que subrayan que ¨¦sta ser¨¢ financiada p¨²blicamente. Cuando lo haga, el ministerio tendr¨¢ hasta 180 d¨ªas para decidir el precio. Ser¨¢ ¨¦ste el ¨²ltimo paso para su distribuci¨®n, aunque no podr¨¢ comprarse en las farmacias.