El partido busca su sitio tras la entrada de EH en las instituciones
Carlos Garaikoetxea lo record¨® en su discurso de despedida: ha finalizado la etapa de la mesa de Ajuria Enea y comienza la de Lizarra, que se caracteriza por la cooperaci¨®n entre nacionalistas. Este es el dilema que acucia a Eusko Alkartasuna, el partido que naci¨®, hace 13 a?os, de una escisi¨®n del PNV, formaci¨®n con la que ha mantenido desde entonces, y pese a sus diferencias, una colaboraci¨®n en el poder. Ahora, EA se ve abocada a buscarse un sitio estable -el centro "socialdem¨®crata"- ante el desembarco de EH en las instituciones, que ha completado el mapa nacionalista por la izquierda.La tensi¨®n que ha creado en EA la nueva situaci¨®n pol¨ªtica derivada de Lizarra ha sido patente y ha agudizado las contradicciones internas de este joven partido, que en junio tuvo que tomar la iniciativa de la que hab¨ªa estado huyendo desde su fundaci¨®n: formar una coalici¨®n electoral con el PNV del que se escindi¨®, para protegerse del impacto EH.
El congreso de Pamplona ha sido el escaparate de la tensi¨®n entre los partidarios de una estrategia de colaboraci¨®n estable con el PNV aunque manteniendo la sigla diferencial para blindarse del peligro de HB, o perdurar como un partido con rasgos propios y reservarse la elecci¨®n del socio nacionalista seg¨²n el inter¨¦s y el momento, sea ¨¦ste el PNV o HB.
La primera opci¨®n ha sido defendida por los cr¨ªticos, una corriente cuyos valedores est¨¢n en Guip¨²zcoa. Es ah¨ª donde la colaboraci¨®n entre EA y PNV ha sido intensiva. Adem¨¢s, el tir¨®n electoral de una HB que es la primera fuerza pol¨ªtica guipuzcoana les forz¨® a acudir en coalici¨®n el pasado mes de junio para impedir que EH tuviera acceso a la presidencia de la Diputaci¨®n Foral, que tiene poder fiscal.
La defensa de una EA con un marcado perfil a la izquierda del PNV, ha sido un signo de identidad de Garaikoetxea y que ha defendido en este congreso el sector oficial. Tras la experiencia fracasada de los comicios de junio, en donde los resultados no respondieron a las expectativas, la ejecutiva presidida por Garaikoetxea forz¨® entonces con sus cr¨ªticas la dimisi¨®n del secretario general, Inaxio Oliveri, su mano derecha desde la fundaci¨®n. Fue el momento de la constituci¨®n de los cr¨ªticos en corriente organizada para dar la batalla en el congreso.
Las cifras de la formaci¨®n
La retirada de Garaikoetxea ha perseguido blindar ideol¨®gicamente a su partido para que trate de sobrevivir a los peligros que se ciernen sobre ¨¦l. Son los otros nacionalistas los que se disputan m¨¢s espacio para imponer su distinto modelo nacional. Y en esta rapi?a, Eusko Alkartasuna es un fest¨ªn apetecido con sus 15.384 afiliados; 389 concejales y 29 alcaldes entre el pa¨ªs vasco y Navarra; 18 parlamentarios forales; 6 parlamentarios auton¨®micos en Vitoria y dos en Navarra; un diputado en el Congreso de Madrid y un eurodiputado. En la ¨²ltima consulta auton¨®mica obtuvo 108.000 votos.
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