EA sale de su congreso dividida en dos, pese a la renuncia de Garaikoetxea a la presidencia
La renuncia de Carlos Garaikoetxea a la presidencia de Eusko Alkartasuna (EA) no sirvi¨® finalmente para propiciar el encuentro de los dos sectores enfrentados y el congreso finaliz¨® exhibiendo la profunda divisi¨®n interna entre los fieles al ex presidente y la corriente cr¨ªtica que, pese a alcanzar el 30% de los votos, qued¨® por completo fuera de la nueva ejecutiva. El golpe emocional que supuso para los compromisarios la retirada de Garaikoetxea envalenton¨® a los suyos, que se negaron a negociar un reparto del poder. La parlamentaria navarra Bego?a Errazti fue elegida nueva presidenta.
El V Congreso de EA pasar¨¢ a la historia por ser el de la retirada de Garaikoetxea tras 13 a?os al frente de la formaci¨®n nacionalista, los mismos que tiene de vida el partido. Pero tambi¨¦n quedar¨¢ como el del enfrentamiento entre quienes defienden el fortalecimiento de EA como un partido socialdem¨®crata dentro del nacionalismo y los partidarios de forzar un eje estrat¨¦gico con el PNV para afrontar el reto que supone la normalizaci¨®n pol¨ªtica de HB.La defensa de las ponencias oficiales que hizo Garaikoetxea en su despedida acab¨® calando entre los compromisarios mucho m¨¢s que la recomendaci¨®n de que llegasen a un entendimiento. Los debates en comisi¨®n de las m¨¢s pol¨¦micas -la pol¨ªtica y la de organizaci¨®n interna- ya revelaron la noche del s¨¢bado que las posibilidades de un acuerdo eran remotas.
Antes de comenzar el debate plenario, ayer por la ma?ana, los representantes del sector cr¨ªtico pidieron una moratoria a sus adversarios. Propusieron retirar su enmienda a la totalidad a la ponencia de organizaci¨®n si se pactaba una ejecutiva nacional de consenso y se pospon¨ªa el debate sobre el modelo de organizaci¨®n interna hasta despu¨¦s de las pr¨®ximas elecciones generales.
El sector oficial se neg¨® al acuerdo y prefiri¨® medir su fuerza en las urnas. En las votaciones de enmiendas del plenario sus votos se acercaban a los 390, la mayor¨ªa absoluta requerida para la aprobaci¨®n de los textos. S¨®lo si no la alcanzaba se hubiese avenido a negociar.
"Ni quinquis ni maleantes"
El debate y la votaci¨®n de la enmienda a la totalidad de los cr¨ªticos se convirti¨® en el momento m¨¢s tenso del congreso. El consejero vasco de Urbanismo, Patxi Ormaz¨¢bal, cabeza de los renovadores, la defendi¨® expresando la amargura de su sector por las descalificaciones que Garaikoetxea les hab¨ªa hecho cuando dijo que s¨®lo pretend¨ªan perpetuarse en sus cargos p¨²blicos. "No somos ni quinquis ni maleantes", afirm¨® Ormaz¨¢bal, para a?adir que la divisi¨®n no era un buen resultado para el congreso. Los oficicialistas ganaron la votaci¨®n de la enmienda por 412 votos frente a 222 de los cr¨ªticos y 13 abstenciones.Desde ese momento, el sector oficial se dispuso a rematar el congreso intentando copar la ejecutiva. La parlamentaria navarra Bego?a Errazti result¨® elegida para la presidencia por 434 votos (el 55,7% de los compromisarios con derecho a voto) frente a los 238 (el 30,5%) que apoyaron a la candidata cr¨ªtica, Koruko Aizarna. Un resultado equivalente al del eurodiputado Gorka Knorr, elegido secretario general con 435 votos frente a los 241 que logr¨® el cr¨ªtico Yon Goikoetxea.
Errazti, primera mujer que preside en Espa?a un partido parlamentario, asegur¨® tras su victoria que la continuidad de la organizaci¨®n est¨¢ "garantizada". Pese a estas palabras, las inc¨®gnitas se ciernen sobre el futuro de EA, un partido presidencialista que ha tenido siempre el sello de su fundador.
El cambio en el tim¨®n de EA fue bien recibido por las otras dos fuerzas nacionalistas. El presidente del PNV, Xabier Arzalluz, se?al¨® en Bilbao que "tal vez" ahora aumente la colaboraci¨®n mutua, mientras que el miembro de la Mesa Nacional de HB Pernando Barrena, invitado a la clausura del c¨®nclave, dijo: "En los tiempos que vienen nos tienen de compa?eros de viaje".
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