"El Ej¨¦rcito debe sentarse a negociar"

Tiene 48 a?os, cuatro hijos y ocho guardaespaldas que no lo abandonan. De visita en Madrid, cuando se presenta como Defensor del Pueblo de Colombia sus interlocutores responden con frases de solidaridad por lo que suponen un empleo suicida. Pero Jos¨¦ Fernando Castro Caicedo habla con pasi¨®n, a pesar de las frustraciones que engendra ser Defensor del Pueblo en un pa¨ªs "violador de los derechos humanos". Castro est¨¢ convencido de que el conflicto armado est¨¢ m¨¢s bravo que nunca en Colombia, s¨ª, "pero ahora hay un clamor popular para lograr la paz". Por eso exige un alto el fuego, y no comprende que se negocie la paz s¨®lo con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). "Hay que hablar con todos", dice Castro, y bajo ese "todos" caben el resto de grupos insurgentes, las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y el tercer implicado: "El Ej¨¦rcito".Pregunta.Usted ha seguido desde Madrid la ¨²ltima ofensiva de las FARC ?C¨®mo se puede creer en la salida negociada mientras las armas siguen disparando?

Respuesta.Creemos que, por las armas, ni la guerrilla gana la guerra ni el Estado la gana. Lo que estamos es llenando el territorio de hu¨¦rfanos y de miseria. No hay raz¨®n para que nos sigamos matando, no hay raz¨®n para que ahora, que est¨¢n abiertas las negociaciones, no haya un cese el fuego.

P.La actividad paramilitar ha crecido terriblemente. ?En qu¨¦ ha cambiado el mapa del conflicto?

R.Nosotros siempre hemos sido del criterio de que hay que terminar con las autodefensas, porque s¨®lo han involucrado a m¨¢s civiles en la violencia. Desde 1996, si bien hemos avanzado en la decisi¨®n pol¨ªtica, el conflicto se ha intensificado. Notamos c¨®mo el Estado hace presencia en una parte del territorio, pero hay otra parte que est¨¢ controlada por las guerrillas o por las AUC. Yo dir¨ªa que el pa¨ªs se nos est¨¢ feudalizando. En cuanto al Gobierno, creo que el presidente [Andr¨¦s Pastrana] es una persona bien intencionada, pero en materia de derechos humanos est¨¢ mal asesorado. Yo dir¨ªa que no hay una pol¨ªtica institucional para violar derechos humanos, pero tampoco hay una pol¨ªtica para evitar su violaci¨®n.

P.?Y el Ej¨¦rcito?, su c¨²pula se ha mostrado muy cr¨ªtica con la pol¨ªtica de paz de Pastrana, a la vez que existen denuncias sobre su vinculaci¨®n con los paramilitares.

R.Debo reconocer que la actitud de los militares con respecto a los derechos humanos ha mejorado. Hoy tenemos una polic¨ªa m¨¢s civilista y un Ej¨¦rcito en entrenamiento para el respeto de los derechos humanos. Tengo que decir que no hay una pol¨ªtica institucional del Ej¨¦rcito de amparar a los paramilitares, aunque se dan casos aislados. Un importante sector del Ej¨¦rcito tiene formaci¨®n civilista.

P.Hasta ahora no se ha considerado al Ej¨¦rcito como una parte del conflicto ?Cree que tambi¨¦n hay que negociar con los militares?

R.Lancemos desde aqu¨ª una propuesta. Que un general en servicio activo est¨¦ en las mesas de negociaci¨®n, comencemos con las FARC y despu¨¦s con todas las otras que se abran. Yo creo que ese sector civilista, mayoritario en las fuerzas militares, podr¨ªa estudiar esta alternativa y, que si nos hemos de reconciliar los colombianos, empecemos a dar la mano.

P.?El Ej¨¦rcito est¨¢ preparado para dar ese paso?

R.Yo pienso que s¨ª. El general Rosso Jos¨¦ Serrano [jefe de la polic¨ªa] me ha dicho que es un amigo de la paz. Hablo con el general Fernando Tapias [jefe de las Fuerzas Militares] y me dice que es un amigo de la paz. Los militares tienen m¨¢s razones que nadie para trabajar por la paz, porque ellos est¨¢n poniendo muertos.

P.?Cu¨¢l es la disposici¨®n del resto de grupos armados?

R.Yo creo en la vocaci¨®n de paz del Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n Nacional (ELN) y parece que las negociaciones pueden empezar antes de que finalice el a?o. Con el EPL [Ej¨¦rcito Popular de Liberaci¨®n] nos reunimos hace unos 40 d¨ªas y nos han manifestado su determinaci¨®n de abrir un proceso de paz. Con respecto a Carlos Casta?o , ¨¦l me dice que tambi¨¦n est¨¢ preparado para hablar de paz.

P. Cree que el presidente tiene las manos libres.

R.Yo creo que s¨ª. Tiene apoyo en el Congreso, tiene el apoyo de la opini¨®n p¨²blica y las herramientas constitucionales. (...) Desde su toma de posesi¨®n, el presidente se interes¨® mucho en el di¨¢logo con las FARC, pero creemos que le falta una concepci¨®n integral del proceso. Para hacer la paz se tiene que hablar con toda la insurgencia y con las autodefensas, y se tiene que reestructurar el Estado para lograr justicia social.

P.El Ej¨¦rcito y otros sectores han criticado el despeje [la desmilitarizaci¨®n de cinco municipios para negociar con las FARC], pero hay una falta de presencia estatal en otras zonas del pa¨ªs. ?No existe un depeje institucional?

R.Por supuesto. Tenemos 280 municipios despejados, sin fuerza p¨²blica. Y si lo miramos desde el punto de vista de inversi¨®n social, tenemos una gran parte del pa¨ªs con ciudadanos de segunda clase.

P.?Hay sectores poderosos en Colombia contrarios a la paz?

R.Yo dir¨ªa que si los hay son unos est¨²pidos o se est¨¢n lucrando con la guerra. El ciudadano que tenga poder econ¨®mico, o cualquier otro poder, que no entienda que la paz es necesaria, que, para mantener su status, tiene que abrir paso a todos los colombianos, el que no lo entiende as¨ª, est¨¢ sacando alguna utilidad de esta guerra.

P.Y ahora comienzan las extradiciones a EEUU. ?Cree que eso sirve para algo?

R.La extradici¨®n no es la soluci¨®n, eso soluciona las relaciones de un pa¨ªs con otro, pero, de fondo, no soluciona nada. El hecho de extraditar colombianos va a traer al ciudadano com¨²n graves problemas de seguridad. Yo pienso que el problema de la droga es multinacional y no s¨®lo Colombia debe poner los muertos. Es un problema donde toca cortar con los precursores qu¨ªmicos que se ponen en los pa¨ªses desarrollados, con las narices que se ponen en esos mismos pa¨ªses.