Excavadoras
NEGRITASEn estos d¨ªas se ha ensayado en M¨¢laga un m¨¦todo expeditivo para ganar dinero r¨¢pido, sin necesidad de entrar en bolsa o hacerse amigo de Juan Villalonga, el presidente de Telef¨®nica, que son cosas que no est¨¢n al alcance de todo el mundo. Ver¨¢n: uno roba una excavadora bien grande y la conduce con cuidado hasta la oficina bancaria m¨¢s cercana. Entonces toma carrerilla y embiste contra el cajero autom¨¢tico, pala en ristre. Si no sale a la primera, saldr¨¢ a la segunda o a la tercera; es cuesti¨®n de fe. Al final se saca el cajero enterito, se lleva a un lugar seguro y se vac¨ªa sin agobios. Luego se sienta uno y cuenta los billetes, y ya est¨¢. El margen de beneficio es amplio, no hay obligaciones fiscales, y ni siquiera hay que pagar el gasoil de la excavadora. Y es original, como reconoc¨ªa Manuel Hidalgo, director de la sucursal afectada. "En los 37 a?os que llevo trabajando en esta entidad me han robado de muchas formas, pero con excavadora, nunca", dijo. Lo que pasa es que los atracadores viven integrados en la sociedad, no son impermeables a la realidad que les rodea, y estas m¨¢quinas est¨¢n de moda. No hay m¨¢s que acercarse al Palacio de los Deportes, rodeado de excavadoras, que en los ¨²ltimos meses han abierto un foso enorme, como los de los castillos medievales. Por ahora no cobija cocodrilos, pero todo se andar¨¢, porque en C¨¢rtama, a 15 kil¨®metros de la ciudad, los cr¨ªan con ¨¦xito y con todo lujo de dientes y escamas, y no deben salir demasiado caros si se compran al por mayor. Vistas las dificultades que Ferrovial y el propio ayuntamiento ponen a los medios para que entren al palacio y vean las grietas con sus propias c¨¢maras, ?por qu¨¦ no van a a?adir unos cuantos cocodrilos a esta interesante carrera de obst¨¢culos? Los animales estar¨ªan como en casa, en medio de los terrenos inundables de la desembocadura del Guadalhorce, devorando las garzas del paraje natural vecino. Que, curiosamente, tambi¨¦n suele estar rodeado de excavadoras. Pero, abandonando las excavadoras por el momento, veamos unas pocas citas que resaltan la modestia de los pol¨ªticos municipales. Francisco Oliva, del PSOE, hablando de las reparaciones del palacio: "A m¨ª, como profano, esto me parece arriesgado y dif¨ªcil". Jos¨¦ Luis Portillo, de IU, dirigi¨¦ndose al concejal m¨¢rtir de Deportes, Javier Berlanga: "Ni t¨² ni yo sabemos de esto".El propio Berlanga, oscurecido bajo la sombra de Ferrovial: "No soy un experto". Cu¨¢nta humildad.MAR?A HERN?NDEZ MART?
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