La bomba blanca
Aterrizan en Madrid con el estom¨¢go cargado de bolas de coca¨ªnia que han tragado en peque?as cantidades y envueltas en preservativos. As¨ª burlan el control aduanero de Barajas. Luego disponen de varios d¨ªa para expulsar la mercanc¨ªa que han ingerido horas antes de emprender el vuelo. Algunos no aguantan. Mueren en el viaje a Espa?a o al llegar a causa del estallido de las bombas blancas. Se les conoce con el nombre de culeros, boleros o mulas.
En los ¨²ltimos cinco a?os han perdido la vida en Madrid cinco personas al reventarles en sus entra?as la coca¨ªna, seg¨²n la estad¨ªsticas policiales.
Lo habitual es que cada uno de estos correos transporte entre 80 y 100 bolas de coca¨ªna de unos 10 gramos de peso. Para facilitar la ingesta, que suele tardar un d¨ªa, mezclan las c¨¢psulas con yogur. Al llegar a Madrid, la organizaci¨®n les recoge y aloja en casas protegidas y custodiadas. All¨ª expulsan el cargamento por v¨ªa anal.
La rotura de una sola bola de coca¨ªna -habitualmente enfundadas en condo-nes- puede causar la muerte inmediata. Seg¨²n los m¨¦dicos, la muerte suele sobrevenir al no estar herm¨¦ticamente cerradas las bolas, que suelen estar hechas a mano por los propios portadores.
La Guardia Civil de Barajas ha detenido a 24 correos en el aeropuerto durante los ¨²ltimos tres a?os. Alguno de los arrestados se ha puesto enfermo en el control de aduana o durante el viaje. Luego han sido descubiertos en la inspecci¨®n de los rayos X y trasladados al hospital para expulsar pacientemente las bolas.
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