"El cine fant¨¢stico es despreciado por la cr¨ªtica y por el p¨²blico"

Fundador y director de la Semana de Cine Fant¨¢stico de Bilbao, coguionista del largometraje Piscis, miembro del comit¨¦ de selecci¨®n y programaci¨®n del Festival Internacional de Cine Documental y Cortometraje de Bilbao, y colaborador de diversas revistas y fanzines. Todos estos datos engordan el curr¨ªculo de Javier G. Romero, tambi¨¦n director de Quatermass, publicaci¨®n de "cine de terror, fantas¨ªa y ciencia ficci¨®n", editada en la capital vizca¨ªna. Unas p¨¢ginas alucinantes capitaneadas por un cin¨¦filo que se siente inc¨®modo ante las c¨¢maras y que, por supuesto, pas¨® un mal rato cuando tuvo que recoger el galard¨®n como ganador del III Concurso de Fanzines organizado por la reciente X Semana de Cine Fant¨¢stico y de Terror de San Sebasti¨¢n.Pregunta. ?Por qu¨¦ decidi¨® crear Quatermass en 1993?

Respuesta. Porque no hab¨ªa nada en la prensa que saciara mi ansia de cine fant¨¢stico y decid¨ª sacar mi propia publicaci¨®n donde expresar todos los conocimientos que hab¨ªa ido atesorando sobre este g¨¦nero cinematogr¨¢fico a lo largo de much¨ªsimos a?os, casi desde que tengo uso de raz¨®n. Tengo especial debilidad por el cine fant¨¢stico, no s¨¦ si ser¨¢ debido a esa iconograf¨ªa tan extra?a que posee, a esos seres ultraterrenos tan peculiares, a esa especie de representaci¨®n de nuestro mundo subconsciente.

P. Sin contar especiales, s¨®lo ha editado cuatro n¨²meros, ?por qu¨¦ tan poca periodicidad?

R. Muy sencillo, porque la mayor¨ªa del equipo se dedica a otras actividades y es complicado que se den las circunstancias adecuadas para que todos coincidamos, dispongamos del capital y del tiempo necesario, y podamos afrontar el enorme esfuerzo que supone sacar un Quatermass.

P. ?No tiene entonces nada que ver con que el fant¨¢stico sea un g¨¦nero infravalorado?

R. Hombre, por parte de la cr¨ªtica s¨ª lo es, y por el p¨²blico es muy probable que, desde hace unos a?os para ac¨¢, tambi¨¦n. Y he aqu¨ª la curiosa paradoja: el cine fant¨¢stico se consume de manera masiva pero, sin embargo, es despreciado por la cr¨ªtica y no se toma en serio por el p¨²blico. Esto se debe a que, desde los a?os ochenta hay una corriente que intenta relacionar el cine de terror con lo que se denomina caspa, parodia, cine malo, etc¨¦tera; se promociona como algo divertido, entra?able y carcajeante, y la conclusi¨®n a la que se llega es que el cine de terror sirve para pasar un rato muy divertido, no un rato inolvidable de miedo y de suspense. Se desvirt¨²a su sentido aut¨¦ntico. Otra paradoja, tan curiosa como majadera, es la reivindicaci¨®n del cine de terror espa?ol de los a?os setenta con un doble sentido de lo m¨¢s sibilino: se reivindica como fen¨®meno sociol¨®gico pero, por otra parte y puesto que pertenece a lo que se denomina ¨¦poca trash, se toma como modelo de cachondeo, de caspa y de todo eso.

P. Pero usted mismo, en el ¨²ltimo n¨²mero de Quatermass, afirma que el cine fant¨¢stico espa?ol nunca ha sido de una extraordinaria calidad.

R. Efectivamente, no pose¨ªa la calidad deseable, pero no se puede negar el tes¨®n de una serie de cineastas que cultiv¨® aquel cine de manera imparable y que hubo autores que realizaron unas pel¨ªculas extraordinarias.