Perote y sus papeles

La Sala de lo Penal del Supremo rechaz¨® anteayer por unanimidad la exposici¨®n motivada elevada por el juez Garz¨®n al alto tribunal para que sus magistrados se pronunciasen sobre la implicaci¨®n de Felipe Gonz¨¢lez en "la trama delictiva" puesta en marcha entre julio y septiembre de 1983 "desde el seno de las instituciones del Estado" para atentar en el Pa¨ªs Vasco franc¨¦s contra miembros de ETA. Al amparo de las siglas de los Grupos Antiterroristas de Liberaci¨®n (GAL), se perpetraron entre septiembre de 1983 y julio de 1987 veintisiete asesinatos, numerosos atentados y varios secuestros; el sumario 17/95, que motiv¨® la consulta, trata de descubrir a los autores de las muertes violentas de Ram¨®n O?ederra, ?ngel Gurmindo, Vicente Perurena y Christian Olazkoaga, causadas entre diciembre de 1983 y noviembre de 1984.La consulta de Garz¨®n al Supremo versaba sobre las responsabilidades penales exigibles al entonces presidente del Gobierno por los hechos investigados en ese sumario. Sea cual sea la verdad hist¨®rica acerca del nacimiento de los GAL y la participaci¨®n o el encubrimiento de algunos gobernantes socialistas en sus cr¨ªmenes, se halla fuera de duda que Felipe Gonz¨¢lez ha terminado por asumir las responsabilidades pol¨ªticas de los casos de guerra sucia y de corrupci¨®n producidos bajo su mandato: as¨ª lo acredita su doble renuncia a la secretaria general del PSOE y a continuar encabezando las listas electorales socialistas. Pero la tribu pol¨ªtico-medi¨¢tica dedicada con sa?a a la caza y captura de quien fue a lo largo de casi catorce a?os presidente del Gobierno no se conforma con la retirada de Felipe Gonz¨¢lez a un segundo plano de la vida p¨²blica sino que busca su completo ostracismo pol¨ªtico y su encarcelamiento; se comprende, as¨ª, que el diario El Mundo expresara ayer su airada decepci¨®n tanto por la respuesta negativa del Supemo a la consulta de Garz¨®n como por la rapidez de una decisi¨®n que ha impedido el alargamiento durante "unas cuantas semanas" de la cacerolada contra el PSOE emprendida por los medios televisivos, radiof¨®nicos y period¨ªsticos controlados por el Gobierno y por Telef¨®nica.

Sin embargo, una instituci¨®n tan poco sospechosa de benevolencia con los cr¨ªmenes de los GAL y de simpat¨ªa hacia los socialistas como es la Fiscal¨ªa de la Audiencia Nacional comandada por Fungari?o ya hab¨ªa dictaminado previamente la inexistencia de "indicios de criminalidad en los que formular formalmente la imputaci¨®n al presidente del Gobierno". El Supremo se limit¨® anteayer a disipar las dudas -reales o ret¨®ricas- del juez Garz¨®n sobre la eventual fuerza incriminatoria contra Felipe Gonz¨¢lez de los documentos protegidos por la ley de secretos oficiales desclasificados en abril de 1997: los impropiamente denominados papeles del Cesid fueron redactados, sustra¨ªdos y difundidos por el coronel Juan Alberto Perote, nombrado en 1982 jefe de la Agrupaci¨®n Operativa de Medios Especiales del centro y expulsado de sus filas en 1991. En unas pestilente memorias, depositadas en una letrina editorial con apariencia de libro y destinadas al tiempo a mostrar y a ocultar su pasado, este desleal militar confiesa c¨®mo rob¨® de los archivos del Cesid "las notas mas delicadas" de "algunos originales escritos por m¨ª" en funci¨®n de "la trascendencia de tipo jur¨ªdico o penal que pudieran tener": unos documentos "que redact¨¦ yo, y s¨®lo yo, para despachar con Manglano" durante las sesiones de trabajo remunerado celebradas "durante mis a?os de servicio".

Perote tambi¨¦n cuenta su visita a Adolfo Su¨¢rez -con Pedro J. Ram¨ªrez de mamporrero- a fin de hacerle o¨ªr una grabaci¨®n secreta del Cesid, as¨ª como sus posteriores encuentros con Mario Conde para establecer una estrategia conjunta de chantaje contra las instituciones del Estado: "El ex presidente de Banesto era algo m¨¢s que un accionista minoritario de El Mundo: si lograba que el diario de Pedro J. arreciase en su campa?a del GAL contra mis antiguos compa?eros de la lucha antiterrorista, podr¨ªamos entrar en simbiosis". El ex uniformado vendedor, sin embargo, transmite al ex banquero perista algunas dudas sobre la eficacia jur¨ªdico-penal de la mercanc¨ªa extorsionadora: "Si te refieres a si son pruebas ante un juez, no creo que puedan adquirir tal categor¨ªa: en definitiva son borradores de escritos que hice o copias de informes que elabor¨¦". ?A qui¨¦n puede extra?ar, entonces, que el Supremo tenga la misma opini¨®n que el autor de los papeles de Perote respecto a su nula capacidad para incriminar a Felipe Gonz¨¢lez como responsable m¨¢ximo de los GAL?