Clinton pide en Kosovo a los albaneses el cese de los actos de venganza y el perd¨®n para los serbios
El perd¨®n y la reconciliaci¨®n protagonizaron el mensaje que el presidente de EEUU, Bill Clinton, dirigi¨® ayer a los albanokosovares durante la visita que realiz¨® a Kosovo, la primera desde que el territorio quedara bajo la administraci¨®n de la ONU despu¨¦s de la guerra con Yugoslavia. Ante una muchedumbre enfervorizada, el mandatario estadounidense expuso a los albaneses de Kosovo que tienen dos opciones ante ellos en el futuro. "?Os centrar¨¦is en el odio o pensar¨¦is en nuevos colegios para vuestros hijos?". Clinton aprovech¨® su estancia para visitar a las tropas de EEUU en la zona.
Clinton lleg¨® al aeropuerto de Pristina acompa?ado por su hija Chelsea. El administrador de Naciones Unidas en Kosovo, el franc¨¦s Bernard Kouchner, acudi¨® a recibirle y desde all¨ª se dirigi¨® a Camp Bondsteel, una gran base militar construida por los estadounidenses cerca de la ciudad de Urosevac (al sur) para visitar a los soldados que Washington aporta a la Fuerza Internacional para Kosovo (Kfor).Clinton fue vitoreado por varios cientos de soldados a su llegada al recinto. El presidente estadounidense comenz¨® a lanzar el mensaje fundamental de su visita a Kosovo y, aludiendo al compente racial del Ej¨¦rcito de EEUU -blancos, negros, hispanos y asi¨¢ticos-, se?al¨® que le gustar¨ªa que los albanokovares vieran esa mezcla y c¨®mo gente de diferentes razas y etnias puede vivir y trabajar junta. Minutos m¨¢s tarde compareci¨® ante unos 2.000 ciudadanos albanokosovares a los que repiti¨® la idea de que "el tiempo de luchar ha quedado en el pasado". "La comunidad internacional va a estar a vuestro lado", a?adi¨® "pero vosotros ten¨¦is que tomar la iniciativa".
El mensaje de Clinton contra el odio inter¨¦tnico no es mera ret¨®rica. Desde que el pasado junio terminara el conflicto, m¨¢s de 150.000 personas, entre serbios y gitanos, se han visto obligadas a abandonar Kosovo. Las palabras del presidente de EEUU eran recibidas con un estruendo de gritos y aplausos que decrec¨ªa sensiblemente cuando se refer¨ªa a la necesidad de perdonar a los serbios. La temperatura volv¨ªa a subir cuando Clinton atacaba al presidente de Yugoslavia, Slobodan Milosevic. "Milosevic quer¨ªa obtener el control de Kosovo ech¨¢ndoos a todos. Nosotros le hemos dicho que no", asever¨®, y en medio del griter¨ªo general remat¨®: "Ahora nos dais las gracias de que vini¨¦ramos cuando estabais oprimidos y de que emple¨¢ramos la fuerza militar para derribar la opresi¨®n de Milosevic. Nosotros ganamos la guerra, pero s¨®lo vosotros pod¨¦is ganar la paz".
El presidente estadounidense aprovech¨® la jornada para reunirse con los representantes internacionales en la zona, Kouchner y el general al mando de la Kfor, el alem¨¢n Klaus Reinhardt. Tambi¨¦n mantuvo entrevistas con los l¨ªderes serbokosovares y albanokosovares, entre ellos el l¨ªder moderado Ibrahim Rugova y el autoproclamado primer ministro del Gobierno provisional y l¨ªder del Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n de Kosovo (ELK), Hashim Thaci.
Un portavoz del arzobispo ortodoxo Artemije, representante de los serbokosovares, revel¨® que ¨¦ste le hab¨ªa transmitido a Clinton su preocupaci¨®n por los constantes ataques que su comunidad sufre a manos de albanokosovares radicales, tanto contra las personas como contra los edificios, especialmente templos. "El presidente [Clinton] ha dicho que las iglesias deben ser reconstruidas, que los refugiados serbios deben volver y que todos debemos trabajar para encontrar a las personas secuestradas y desaparecidas", inform¨® el sacerdote Sava, presente en la entrevista.
Por su parte, el indenpendiente albanokosovar Veton Surroi, que tambi¨¦n charl¨® con Clinton, subray¨® que ¨¦ste le hab¨ªa transmitido que, aunque la comunidad internacional ayude, "son los albanokosovares lo que se tienen que ayudar".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.