?lvarez del Manzano reconoce que no le gusta el proyecto de las 'narcosalas'

Jos¨¦ Cabrera asegura que, con apoyo municipal o sin ¨¦l, la Comunidad seguir¨¢ adelante con el proyecto de las narcosalas. "Seg¨²n la ley de creaci¨®n de la Agencia Antidroga, ¨¦sta tiene todas las competencias de asistencia, prevenci¨®n e investigaci¨®n en toxicoman¨ªas", aduce el gerente. "Y en virtud de esas competencias vamos a actuar para reducir el da?o de personas que, si no, van a infectarse e infectarnos de tuberculosis, hepatitis y sida, entre otras enfermedades", recalca. Cabrera reconoce que necesita una licencia municipal para poner en marcha su proyecto, pero conf¨ªa en obtenerla. "Y si no nos la dan, trabajaremos igual; y cuando vengan a ped¨ªrnosla les diremos que la soliciten antes a las 300 chabolas levantadas desde hace dos a?os en Las Barranquillas", concluye el gerente.La Agencia Antidroga, integrada por instituciones y organizaciones no gubernamentales, aprob¨® el lunes por unanimidad la apertura de estos recintos con la ausencia de los representantes municipales. El alcalde atribuye a un "error" la falta de los representantes del Ayuntamiento. Las ediles de Servicios Sociales, Beatriz Elorriaga, y de Seguridad, Mar¨ªa Tard¨®n, manifestaron en un primer momento "que no hab¨ªan sido invitadas", extremo ¨¦ste negado por la Agencia.

El consistorio madrile?o lleva m¨¢s de tres meses estudiando el plan regional de abrir estas unidades de venopunci¨®n despu¨¦s de haber manifestado "m¨¢s que reticencias", seg¨²n Cabrera, hacia el proyecto.

El plan de la Comunidad contempla la apertura de una narcosala en Las Barranquillas durante el primer trimestre del 2000. En ella se facilitar¨¢n a los toxic¨®manos jeringuillas nuevas, agua destilada, papel de plata y toallitas desinfectantes.

El equipo de atenci¨®n de este local, que abrir¨¢ todos los d¨ªas durante 12 horas, estar¨¢ formado por m¨¦dicos, enfermeros y un trabajador social porque se pretende acercar a la red asistencial y sanitaria a los usuarios de la sala. Los sanitarios aconsejar¨¢n a los drogodependientes c¨®mo inyectarse sin riesgos de sufrir hemorragias o abcesos. Habr¨¢, asimismo, un veh¨ªculo disponible para traslados de emergencia.

En la narcosala, cuyo funcionamiento costar¨¢ unos 70 millones de pesetas al a?o, los toxic¨®manos podr¨¢n acceder a an¨¢lisis inmediatos y voluntarios de las sustancias que vayan a consumir. Con ellos se podr¨¢n conocer las principales drogas y adulterantes que hay en cada papelina, aunque no en qu¨¦ porcentaje est¨¢ presente cada uno de ellos, ya que eso precisar¨ªa de un estudio m¨¢s detallado.

Con la puesta en marcha de la sala de inyecci¨®n de Las Barranquillas, Madrid ser¨ªa la primera comunidad aut¨®noma en disponer de un servicio de este tipo dirigido a los heroin¨®manos sin hogar, con a?os de adicci¨®n y numerosos intentos fracasados de desintoxicaci¨®n. Existen ya recintos similares en Suiza y Holanda. La Comunidad pretende habilitar tambi¨¦n una narcosala m¨®vil, pero a¨²n no tiene fecha para hacerlo.