Schr?der logra un ¨¦xito pol¨ªtico al salvar de la ruina a la segunda constructora de Alemania
El canciller federal alem¨¢n, Gerhard Schr?der, se apunt¨® anoche un ¨¦xito pol¨ªtico al salvar de la bancarrota a la empresa Philipp Holzmann, la segunda constructora del pa¨ªs, mediante su intervenci¨®n personal en Francfort, donde logr¨® persuadir a los bancos acreedores de que contribuyan a financiar un programa de saneamiento conjuntamente con el Estado. Pocas horas antes de desplazarse a la capital financiera, Schr?der expres¨® en Berl¨ªn su compromiso p¨²blico con el "modelo Alemania" para justificar la acci¨®n de rescate. "No se trata una intervenci¨®n estatal o de una nacionalizaci¨®n. ?sta es una cuesti¨®n de responsabilidad", afirm¨® Schr?der, que, cuando gobernaba en Baja Sajonia, ya salv¨® a empresas alemanas en crisis.
Dos horas de conversaciones hicieron falta en el tercer intento, coronado aparentemente con ¨¦xito, de salvar a Philipp Holzmann de la quiebra. El acuerdo entre el canciller y los bancos prev¨¦, por parte gubernamental, un pr¨¦stamo de 150 millones de marcos (unos 12.750 millones de pesetas), concedido por la instituci¨®n de cr¨¦dito para la reconstrucci¨®n (Kreditanstalt f¨¹r Wiederaufbau) y una fianza de 100 millones de marcos. Los bancos acreedores, a su vez, aumentaron su oferta inicial de 100 millones a 200 millones de marcos, cifras a¨²n no confirmadas.Decenas de miles de puestos de trabajo se salvan con el acuerdo. Los obreros, que hab¨ªan salido ayer en manifestaci¨®n, coreaban al canciller con los gritos de "Gerhard, Gerhard", y los responsables de la empresa retiraron la declaraci¨®n de insolvencia que hab¨ªan presentado la v¨ªspera. Era el final feliz de un largo d¨ªa, aunque los analistas econ¨®micos se mostraban precavidos al opinar sobre el futuro de la empresa y sobre la reacci¨®n internacional y de los accionionistas.
Sea como sea, anoche Schr?der palade¨® un triunfo pol¨ªtico que afianza su posici¨®n ante el congreso del Partido Socialdem¨®crata (SPD) en diciembre y puede neutralizar a los sectores izquierdistas y sindicales, a¨²n traumatizados por el cese del ex presidente del SPD, Oskar Lafontaine. Estos sectores dudan de la capacidad de liderazgo del canciller y critican su estilo. La salvaci¨®n de Holzmann es tambi¨¦n un paso para remontar la mala racha de elecciones regionales experimentada por el SPD. Para el a?o pr¨®ximo est¨¢n previstos dos importantes comicios, uno en febrero, en Schleswig-Holstein, y otros en mayo, en el land de Renania del Norte-Westfalia, una zona controlada por el SPD. Medios del partido afirmaban que un fracaso en Renania del Norte-Westfalia podr¨ªa costarle el puesto a Schr?der.
Para poner en marcha el salvamento y convencer a los bancos, Schr?der, invoc¨® ayer el "modelo alem¨¢n" y recurri¨® a un mensaje cl¨¢sico del capitalismo renano. A saber: que la responsabilidad de las instituciones financieras va m¨¢s all¨¢ de su negocio concreto y afecta a la econom¨ªa nacional y a la sociedad. Schr?der consider¨® "disparatado" que los partidos pol¨ªticos disputaran sobre el consorcio. En su gesti¨®n de ayer, el canciller fue acompa?ado por el dem¨®cratacristiano Roland Koch, el jefe de Gobierno de Hesse, y Petra Roth, la alcaldesa tambi¨¦n dem¨®cratacristiana de Francfort.
La reducci¨®n del paro fue uno de los principales compromisos asumidos por el Gobierno rojiverde alem¨¢n al llegar al poder. Schr?der, que ambiciona un segundo mandato, ha afirmado que la gesti¨®n del Ejecutivo se medir¨¢ por la lucha contra el desempleo. Sin embargo, el canciller tiene tambi¨¦n que v¨¦rselas con los efectos de la globalizaci¨®n, la apertura de los mercados y la competencia internacional, tanto sobre el mercado de trabajo como sobre los h¨¢bitos proteccionistas de la econom¨ªa alemana. Ayer, el euro reaccion¨® con una bajada en la bolsa de Francfort (de 1,0315 d¨®lar en la jornada del martes a 1,0261 ayer) a la operaci¨®n de salvamento.
Los casos de dos grandes consorcios germanos -Mannessmann (cortejado por una oferta de compra de la empresa brit¨¢nica Vodafone) y Holzmann (v¨ªctima de su mala gesti¨®n y de la competencia)- est¨¢n sometiendo a una dura prueba a Schr?der. Las vicisitudes de estas dos empresas se han convertido en una prueba de fuego para la tercera via o la pol¨ªtica del nuevo centro en Alemania, ya que obligan a Schr?der a decantarse por los esquemas que han garantizado el ¨¦xito del modelo de econom¨ªa social de mercado -capitalismo renano-, o por las leyes del mercado internacional.
La globalizaci¨®n
Ah¨ª se ver¨¢ c¨®mo acepta Alemania las consecuencias del mercado ¨²nico europeo y del euro cuando ¨¦stas no juegan a favor de sus consorcios. Ayer, Schr?der afirm¨® la primac¨ªa de la pol¨ªtica sobre el mercado. En boca del canciller, este mensaje tiene un tono m¨¢s nacional que cuando era formulado por Lafontaine, que fue el gran defensor de este postulado durante los primeros meses del Gobierno socialdem¨®crata. Por entonces, el canciller adoptaba una imagen m¨¢s liberal y m¨¢s acorde con la tercera v¨ªa de Tony Blair.Schr?der no se puede permitir hoy ning¨²n coqueteo con posturas liberales que se tradujeran en p¨¦rdidas de puestos de trabajo. Una parte muy importante del capitalismo renano parte de la cogesti¨®n empresarial, una f¨®rmula recogida por la legislaci¨®n desde los a?os cincuenta, seg¨²n la cual los obreros est¨¢n representados y votan en los consejos de administraci¨®n. Aunque el factor clave es el voto empresarial, la f¨®rmula de la cogesti¨®n hace que las decisiones se tomen en procesos consensuados.
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