Manzanilla indigesta

Una infusi¨®n de manzanilla le ha quitado las ganas de comer. Miguel Gallegos L¨®pez, un pastor de 44 a?os del pueblo granadino de Capileira, en la Alpujarra, asegura que jam¨¢s en su vida volver¨¢ a coger manzanilla del campo. ?La raz¨®n? Un fiscal pide para ¨¦l dos a?os y tres meses de prisi¨®n, adem¨¢s de una multa de 250.000 pesetas, por haber arrancado un manojo de 190 gramos, no de manzanilla normal, sino de Artemisia Granatensis bois, una especie en peligro de extinci¨®n, en el Parque Nacional de Sierra Nevada. El pastor dice que no sab¨ªa que por un simple matojo le pudiera pasar todo esto.Todo ocurri¨® el 5 de agosto del pasado a?o en el paraje conocido como Raspones de R¨ªo Seco, en el coraz¨®n de Sierra Nevada. Gallegos regresaba de pastorear con su reba?o cuando vio plantas de manzanilla y decidi¨® llevarse un matojo a su cortijo. "Era para mis ni?os, para cuando se pusieran enfermos". Luego agrega: "Yo no sab¨ªa que estaba prohibido; si lo s¨¦, no hubiera arrancado la planta en mi vida".

Tres miembros del servicio de vigilancia de la Consejer¨ªa de Medio Ambiente de la Junta de Andaluc¨ªa (guardas los llama el pastor) se encontraron con ¨¦l y le pidieron que les mostrara qu¨¦ llevaba en el morral. Miguel Gallegos les ense?¨® la planta. Poco despu¨¦s tuvo que comparecer, sin abogado, en un juzgado de instrucci¨®n de ?rgiva (Granada) para prestar declaraci¨®n.

A Gallegos se le cay¨® el alma a los pies cuando recibi¨® un escrito de acusaci¨®n del fiscal que pide penas de prisi¨®n y multa por un "delito relativo a la protecci¨®n de la flora y fauna" contemplado en el C¨®digo Penal. El pastor hab¨ªa cogido nada m¨¢s y nada menos que 190 gramos de una "planta end¨¦mica de Sierra Nevada que necesita una protecci¨®n especial en cuanto a su arranque al ser una especie que est¨¢ a punto de desaparecer", seg¨²n argumenta el fiscal Jos¨¦ Cruz Muller en su escrito.

La acci¨®n de Gallegos pasar¨¢ ahora a un juzgado de lo penal en Granada. El abogado defensor, Miguel Ruiz de Almod¨®var, considera que el asunto "se ha desorbitado". "La fiscal¨ªa", dice, "pide una pena excesiva, una pena que puede llevarlo a prisi¨®n, cuando con una simple multa hubiera bastado". Luego a?ade: "Y existe adem¨¢s la ¨²nica declaraci¨®n de mi cliente, que, pese a estar acusado de un delito, no tuvo a un abogado presente".

Ruiz de Almod¨®var es contundente en su defensa: "Se trata de un hombre de una escasa formaci¨®n intelectual, incapaz de distinguir entre una planta de manzanilla normal y una especie protegida; un hombre, adem¨¢s, de Sierra Nevada, acostumbrado a la supervivencia, a abastecerse de las cosas que hay en su entorno".

"Se me han quitado las ganas de comer por una tonter¨ªa", explica el pastor, que, a sus 44 a?os, ha envejecido notablemente. Tambi¨¦n ha adelgazado mucho, seg¨²n sus amigos. "Yo tengo dos chiquillos y una mujer para darles de comer, y ahora me viene todo este sufrimiento. De toda la vida se ha cogido manzanilla, pero por lo visto ¨¦sta estaba prohibida y yo no lo sab¨ªa, la hab¨ªa cogido para los ni?os, para cuando se pusieran malos", insiste.

El hecho de que Sierra Nevada fuese, en gran parte de su territorio, primero parque natural y ahora parque nacional ha complicado las cosas. Los 190 gramos de artemisia han sido evaluados en unas 250.000 pesetas, pese a que el fiscal admite en su escrito que se trata de una especie "de dif¨ªcil valoraci¨®n econ¨®mica al no estar comercializada ni poderse comercializar".

El pastor se defiende. "Si lo ¨²nico que yo cog¨ª fue un matojo. Si me hubiera llevado un saco... pues bueno, pero lo ¨²nico que cog¨ª era un pu?ado para los ni?os".

En el juicio comparecer¨¢n los miembros de Medio Ambiente que lo sorprendieron y el director de lo que entonces era el parque natural, Jos¨¦ Mar¨ªa Irurita, que considera que la manzanilla requisada no posee ninguna cualidad excepcional. "Es como todas las manzanillas", alega. "Facilita la digesti¨®n".

En la Alpujarra es muy com¨²n que los habitantes de los pueblos utilicen manzanilla, poleos o zahare?a para hacer infusiones. Hay tambi¨¦n plantas muy especiales para remediar dolencias, como la conocida como yerba del mayor dolor, utilizada en casos de c¨®licos terribles. A Gallegos, sin embargo, una inocente manzanilla le ha llenado de angustia.