Tiempo de crecimiento

LAS ECONOM?AS m¨¢s poderosas del planeta viven un tiempo de bonanza despu¨¦s del susto padecido con la crisis financiera que comenz¨® en el verano de 1997 y que se contagi¨® desde la periferia del sistema -los pa¨ªses asi¨¢ticos- hacia el centro del mismo. El dato m¨¢s espectacular de ¨²ltima hora es el ritmo de crecimiento de la econom¨ªa estadounidense: un 5,5% durante el tercer trimestre del a?o en lugar del 4,8% anunciado el pasado octubre. Con ser en s¨ª impresionante este porcentaje, lo es mucho m¨¢s si se pone en perspectiva: EEUU crece ininterrumpidamente, y con mucha fortaleza, desde principios del a?o 1991, lo que significa que, si contin¨²a en la misma direcci¨®n, el pr¨®ximo febrero batir¨¢ todas las marcas de expansi¨®n de un periodo en crecimiento.Pero adem¨¢s este crecimiento parece tener efectos taumat¨²rgicos sobre las dem¨¢s magnitudes econ¨®micas, puesto que va acompa?ado de la rebaja de la inflaci¨®n (2,6%) y, lo que es m¨¢s importante, del pleno empleo (4,1%, el m¨¢s bajo en las ¨²ltimas tres d¨¦cadas). Si el c¨ªrculo virtuoso fuese perfecto -sin entrar en los aspectos de redistribuci¨®n de la renta y la riqueza, mucho m¨¢s discutibles-, deber¨ªa reducirse el d¨¦ficit comercial y los ciudadanos estadounidenses deber¨ªan tener alguna capacidad de ahorro.

Pero ¨¦stos son peros de segunda. La econom¨ªa estadounidense es envidiable. En este periodo de esplendor las bases de la econom¨ªa ya no son las tradicionales, sino que est¨¢n sustentadas en un espectacular aumento de la productividad (ahora est¨¢ creciendo por encima del 4%), afincado sobre todo en el sector de las tecnolog¨ªas de vanguardia y las telecomunicaciones. La noticia de la fortaleza de EEUU se a?ade a los mejores s¨ªntomas en Europa, a cuya econom¨ªa sin duda ayudar¨¢ a aupar.