La polic¨ªa descart¨® a Ferr¨¢ndiz como autor de la muerte de las prostitutas de Vora Riu
![Mar¨ªa Fabra](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Ff32ea01f-8a17-4642-b59c-6f7d5689ddd4.png?auth=08bb75c1c2441b902e44c0965c98cd4542b2cc362c9bffd1b3a3ee4a64390915&width=100&height=100&smart=true)
El hecho de que las tres mujeres cuyos cad¨¢veres se hallaron en Vora Riu fueran prostitutas y toxic¨®manas sirvi¨® para que la polic¨ªa descartara a Joaqu¨ªn Ferr¨¢ndiz como supuesto autor de estos cr¨ªmenes, que confes¨® tras ser detenido. Un inspector de la Polic¨ªa Nacional de Castell¨®n declar¨® ayer en el juicio que Ferr¨¢ndiz, acusado de asesinar a cinco mujeres, no daba el perfil de posible culpable. Su nombre figuraba en las listas de presos en libertad condicional tras una condena por delito sexual u homicidio pero "no se le investig¨® espec¨ªficamente", dijo el testigo.
El agente mantuvo que, una vez hallados los cuerpos, entre enero y febrero de 1996, se solicit¨® la lista de los reclusos que se encontraban en libertad condicional y que hab¨ªan sido condenados por delitos de agresi¨®n sexual, homicidio o asesinato. Ferr¨¢ndiz se encontraba entre ellos puesto que disfrutaba de la condicional tras una agresi¨®n sexual cometida en 1989. El inspector declar¨® que el nombre de Joaqu¨ªn Ferr¨¢ndiz fue comentado pero "no se le investig¨® espec¨ªficamente" ni en profundidad. El motivo, seg¨²n afirm¨®, es que consideraron que no exist¨ªan elementos de juicio para incluirlo en una lista m¨¢s reducida de posibles sospechosos, es decir, que en ¨¦l no se daba el perfil del presunto culpable. El inspector motiv¨® tambi¨¦n el descarte en que, entre los "cientos de declaraciones" de las compa?eras que frecuentaban la misma zona de actuaci¨®n que las tres v¨ªctimas, ninguna dec¨ªa haber visto a Ferr¨¢ndiz, aunque no logr¨® recordar si a las mismas se les hab¨ªa mostrado alguna foto del sospechoso. El polic¨ªa s¨ª admiti¨® que no se llegaron a solicitar los informes de los psic¨®logos que efect¨²an los t¨¦cnicos en la c¨¢rcel, y que empezaron a realizar indagaciones, primero, entre los homicidas. Cuando se descubrieron los tres cad¨¢veres de Vora Riu, entre enero y febrero de 1997, la Guardia Civil ya contaba con una lista en la que figuraba Ferr¨¢ndiz y que fue solicitada con motivo de la desaparici¨®n, en julio de 1995, de Sonia Rubio, la primera de las v¨ªctimas de Ferr¨¢ndiz. La Guardia Civil tampoco le investig¨®. Sin embargo, en el caso de Vora Riu se realiz¨® una detenci¨®n, que le cost¨® a Claudio Alba, un camionero que siempre sostuvo su inocencia, seis meses de c¨¢rcel hasta que confes¨® Ferr¨¢ndiz.
Tambi¨¦n declar¨® ayer una de las j¨®venes que ejerc¨ªa la prostituci¨®n en el mismo lugar que las tres fallecidas. Cuando el tribunal le pregunt¨® si conoc¨ªa al acusado, la testigo contest¨® que no le ve¨ªa la cara, por lo que Ferr¨¢ndiz alz¨® la cabeza para mirarla fijamente. La mujer asegur¨® que le "sonaba" mucho de haberlo visto por la carretera en la que se situaban las prostitutas, momento en el que el acusado neg¨® con la cabeza. Esta misma testigo se?al¨®, sin embargo, que no recordaba el color del coche en el que circulaba Ferr¨¢ndiz.
Otra amiga de las tres desaparecidas de Vora Riu rompi¨® a llorar cuando le mostraron prendas de ropa de las fallecidas, instante en el que Ferr¨¢ndiz manifest¨® cierto nerviosismo que apacigu¨® meci¨¦ndose. Sin embargo, con la declaraci¨®n de la madre de Mercedes V¨¦lez, una de las tres mujeres de Vora Riu, el acusado comenz¨® a llorar. Mercedes conoc¨ªa a la familia de Ferr¨¢ndiz, quien tuvo problemas para sacar un pa?uelo por las esposas.
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