Un quir¨®fano bajo el agua

Pen¨¦lope, con sus 80 kilos de peso embutidos en 2,4 metros de longitud, ha sentado un precedente en Europa. Ella ha sido la primera de su especie que ha sufrido una operaci¨®n, en el mismo tanque en el que nada, para conseguir que mejorasen sus condiciones de flotabilidad. La pasada semana se le inyect¨® aire directamente en el est¨®mago.Pen¨¦lope, que lleg¨® al acuario en 1995 procedente de la costa este de Estados Unidos, comenz¨® a tener problemas el pasado abril para mantenerse en posici¨®n. Los tiburones "consiguen flotar no con una vejiga natatoria, como el resto de los peces, sino llenando su est¨®mago con aire de la superficie", tal y como explic¨® Pablo Areitio, conservador del acuario y que junto a otras dos personas tom¨® parte en la operaci¨®n. Pen¨¦lope, que recibi¨® este nombre al llegar a Madrid, no consegu¨ªa retener el aire en su est¨®mago.

La operaci¨®n se llev¨® a cabo despu¨¦s de consultar con varios especialistas en este tipo de intervenciones de Estados Unidos y Sur¨¢frica. En primer lugar, los tres buceadores entraron en el h¨¢bitat de los tiburones y se acercaron hasta Pen¨¦lope para anestesiarla e inmovilizarla con ayuda de una camilla hecha de red.

Los tres buzos le introdujeron despu¨¦s un tubo grande en las fauces para mantenerlas abiertas, y uno de los especialistas del zoo se encarg¨® de meter con su brazo otro tubo menor, de ocho mil¨ªmetros de di¨¢metro, hasta el es¨®fago de la tibur¨®n. A trav¨¦s de ese tubo se introdujo el aire en su est¨®mago, imprescindible para que pueda nadar sin quedarse en el fondo del tanque.

Gracias a esta operaci¨®n, Pen¨¦lope ha vuelto a flotar con facilidad, aunque por el momento se encuentra en periodo de observaci¨®n, porque los especialistas temen que haya que repetir el proceso. Los ¨®rganos internos de Pen¨¦lope no se han reubicado como era de esperar despu¨¦s de la inyecci¨®n de aire en su est¨®mago. De todas formas, tras el ¨¦xito inicial de la operaci¨®n, Pen¨¦lope ya puede comer su manjar favorito: calamares y merluza, dieta que complementa, en su condici¨®n de tibur¨®n urbano, con vitaminas y yoduro pot¨¢sico.

Los tres doctores del zoo madrile?o estuvieron m¨¢s de 60 minutos dentro de esta piscina climatizada, con un mill¨®n de litros de agua, que Pen¨¦lope comparte con otros dos compa?eros de su especie. ?stos, seg¨²n Areitio, "reaccionaron mal" cuando notaron que la hembra "estaba nerviosa". Aun as¨ª, el conservador del acuario insisti¨® en que "son unas especies muy tranquilas, que no se dedican a comerse a los ba?istas". Ni a las personas que se les acercan para curarlos.