"Night Fights" JOAN DE SAGARRA
La noche del viernes se celebr¨® en la galer¨ªa Metr¨°nom una velada box¨ªstica. Los p¨²giles, trat¨¢ndose de una galer¨ªa de arte, no eran como ser¨ªa de esperar descendientes de Braque, de Mir¨®, de Cravan, de Roch¨¦, de Duchamp, ni siquiera de Cocteau o de Hemingway. Los p¨²giles de la noche del viernes se llamaban Jordi Pons, ?lex Prats, Eduardo S¨¢nchez, Crist¨®bal L¨®pez, Francisco Morilla, Sergu¨¦i Mba, Francisco Sagayo, Mohamed El Idrissi..., unos chavales la mayor¨ªa de los cuales pisaba por primera vez una galer¨ªa de arte y es m¨¢s que probable que no hubiesen o¨ªdo pronunciar jam¨¢s los nombres de Braque, de Cravan o de Roch¨¦. Los chavales, unos mozos hechos y derechos, en un total de 24, estaban all¨ª para competir en la 73? edici¨®n de los Campeonatos de Catalu?a de Boxeo Amateur.?Boxeo en una galer¨ªa de arte? No es ninguna novedad. Ahora bien, un campeonato de Catalu?a de boxeo amateur en una galer¨ªa de arte, eso s¨ª que es una novedad, al menos eso creo yo. ?Por qu¨¦ en Metr¨°nom? Pues muy sencillo, porque en Metr¨°nom (Fusina, 9, junto al Born) expone (hasta el 14 de enero) Ana Busto unas preciosas -preciosas e impresionantes- fotograf¨ªas sobre el mundo del boxeo norteamericano y mexicano. Fotograf¨ªas de rostros y manos de boxeadores, am¨¦n de la mano de ese zopilote-manager de Don King, una rapaz que resume en su ensortijada garra toda la bestialidad y codicia del boxeo, de un cierto boxeo profesional. Una exposici¨®n que Ana ha titulado Night Fights y que recoge el trabajo realizado durante tres a?os en gimnasios y rings, reconsagrados o improvisados, de Estados Unidos y M¨¦xico. Una espl¨¦ndida exposici¨®n que se complementa con una banda sonora de Sandee Seymour, que es un recorrido sonoro y emocional del gimnasio al ring, y en el que se escucha un solo de punching-ball que a uno le recuerda la bater¨ªa sabia y endiablada de Elvin Jones.
Pues bien, Ana Busto y Rafael Tous (Metr¨°nom) han querido unir arte y boxeo -el "noble arte" del boxeo- para presentar al p¨²blico Night Fights, y no se les ha ocurrido otra cosa que invitar a la Federaci¨®n Catalana de Boxeo Amateur para celebrar sus campeonatos en la sala, cosa que la federaci¨®n ha aceptado muy gustosa dada la escasa, por no decir nula, presencia del boxeo en la Gran Encisera. Asistir a una velada de boxeo en Metr¨°nom es, podr¨ªa ser, seg¨²n se mire, como revivir una imagen perdida de un posible Gentleman Jim barcelon¨¦s. Pero la impresi¨®n, no m¨¢s entrar en el local (entrada libre), se esfuma en un instante. Brillan por su ausencia T¨¤pies y Mariscal, Cuixart y la Malfeitto, Mascarell, la Avutarda y el Pardal, Vict¨°ria Combalia y los monjes del Escorial. El arte -salvo Xano Armenter y alg¨²n que otro copain de Ana Busto y de Rafael Tous- ha dejado el terreno libre a las familias, las novias y los amigos de los 24 p¨²giles catalanes y amateurs. Las piernas de N¨²ria Amat y el sombrero de Gimferrer -versi¨®n tova del casco del artillero Kostrowitsky-, el glamour catal¨¤, han sido devorados por la pata de palo del abuelo gitano y el coco pelado al dos y pintado de mandarina del hermanito de un p¨²gil flamenco y semiligero de Granollers. En el Metr¨°nom no dan cava; en el Metr¨°nom se bebe cerveza Damm gratis, en vasos de pl¨¢stico. Y se suda la camiseta.
Porque nuestros boxeadores amateurs se cubren el pecho con una camiseta, y se protegen la cabeza con un casco, como los motoristas, y pelean -a la distancia ol¨ªmpica de 4 por 2, es decir, en combates de cuatro asaltos de dos minutos cada uno- sin ¨¢nimo de lucro. Pelean por una medalla y por el aplauso y el cari?o de los suyos. Pelean, pues, por amor al arte, al arte del ego, por el amor de la mam¨¢, de la novia o de los amigos, por el arte de ser campe¨®n, sin m¨¢s. Esa es la diferencia fundamental entre el arte y el boxeo profesional -la garra-manaza ensortijada de Don King- y los 24 chavales que el viernes se zumbaron en Metr¨°nom.
"Izquierda, izquierda. Bien. Ah¨ª, ah¨ª, sigue, sigue. Pega, pega, pega ya. Vamos, vamos, que es tuyo. R¨®mpelo, m¨¢talo...". Eso es lo que uno o¨ªa en Metr¨°nom en la noche del viernes. Voces, gritos de parientes y amigos aupando a los p¨²giles. Voces y gritos que pueden o¨ªrse en todos los rings del mundo y que no tienen por qu¨¦ escandalizar a nadie, ni que sean hinchas del Bar?a, y que seguramente no escandalizaron a las dos ni?as de Mikimoto, dos ni?as peque?as que, en medio del griter¨ªo, se divert¨ªan (supongo que con el debido permiso de la Generalitat) viendo c¨®mo su padre mov¨ªa la cabeza -"sigue, sigue, pega..."- aprobando el combate de tal o cual de los p¨²giles.
Ana Busto y Metr¨°nom tuvieron su noche, una noche que la exposici¨®n de Ana y el peso de Metr¨°nom se merec¨ªan m¨¢s glamourosa. La Federaci¨®n Catalana de Boxeo Amateur tuvo su noche barcelonesa, art¨ªstica y barcelonesa, y un pelo medi¨¢tica. Pero los aut¨¦nticos triunfadores fueron los p¨²giles, sus familias, sus novias y sus amigos. Un magreb¨ª, Mohamed El Idrissi, se hizo con el campeonato de Catalu?a del peso ligero, y un negrito, Sergu¨¦i Mba, estuvo a punto de hacerse con el de los superligeros. "Izquierda, derecha, izquierda, as¨ª, as¨ª, dale, pega, pega ya...". (Pocas horas antes, en el Festival Internacional de Cinema Er¨°tic de Barcelona, un macho catal¨¢n -o doblado-, a la vista de un inmenso culo -femenino- neozeland¨¦s, se bajaba la bragueta al grito de "Fot-li que ¨¦s de Reus!". A cada cual su arte y su combate).
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