Ni moros ni magreb¨ªes: ¨¢rabes
No todos los norteafricanos que llegan a Europa lo hacen en pateras. Este fin de semana, siete destacados intelectuales de Marruecos, Argelia, T¨²nez y Libia han desembarcado en Barcelona para participar en las jornadas Paraules magribines, identitats plurals, organizadas por la Associaci¨® d"Escriptors en Llengua Catalana. Pero, si bien no se las tuvieron que ver con las patrulleras de la Guardia Civil, s¨ª toparon en el centro c¨ªvico Pati Llimona con barreras de otro tipo: las de los estereotipos culturales.La cuarta edici¨®n de las jornadas Paraula amiga, dedicada a la literatura de los pa¨ªses que integran el Magreb, se estructuraba en tres mesas redondas, con planteamientos estrictamente literarios, m¨¢s una lectura de poemas y una exposici¨®n de pintura y caligramas del tunecino Nja Mahdaoui.
La primera mesa redonda, titulada Paradoxes magribines, estaba moderada por el escritor valenciano Josep Piera. El poeta tunecino Abdelwahab Meddeb y la escritora argelina Zineb Ali-Benali, ambos residentes en Francia, presentaron sendas ponencias excelentes, el primero sobre la doble genealog¨ªa del escritor ¨¢rabe (la propia y la europea) y la segunda sobre el conflicto del mismo a la hora de elegir entre el franc¨¦s o el ¨¢rabe como lengua literaria. Pero con el debate lleg¨® el jaleo. Piera, para animar a los presentes, alert¨® del tono deliberadamente provocativo de su pregunta: "?Qu¨¦ es el Magreb? ?Hasta qu¨¦ punto la colonizaci¨®n est¨¢ en la base de su unidad?", y lo remat¨® con una puntualizaci¨®n filol¨®gica: "?Ya saben que lo que ahora llamamos ¨¢rabes o magreb¨ªes han sido siempre, para la gente de la calle, los moros?".
?Qu¨¦ hubo dicho! Mahdaoui le contest¨® airado: "?C¨®mo es posible que a estas alturas todav¨ªa alguien ose preguntar eso? ?No se da cuenta de lo peligroso que es usar esa terminolog¨ªa?". Y a partir de ah¨ª arreciaron las protestas. Desde la mesa, el propio Meddeb dijo: "Es importante no confundir la geograf¨ªa con la sociolog¨ªa. Es cierto que actualmente el Magreb, t¨¦rmino que en ¨¢rabe significa "Occidente", es un espacio completamente inexistente en la geopol¨ªtica mundial y que no hay ninguna clase de circulaci¨®n horizontal entre los Estados que lo forman, pero como concepto mental s¨ª que existe, y hay que respetarlo". Un estudiante tunecino del p¨²blico agreg¨®: "Las etiquetas las ponen los europeos en funci¨®n de lo que quieren obtener de nosotros: mediterr¨¢neos, magreb¨ªes, isl¨¢micos... La verdadera identidad es la ¨¢rabe, y decir que lo que nos une es el origen colonial es un insulto". Piera intent¨® conciliar los ¨¢nimos explicando su concepci¨®n del asunto: "Para m¨ª el Magreb son los vecinos del otro lado del mar, hacia los que siento una simpat¨ªa sin l¨ªmites, pero es cierto que nos separan muchas cosas y que los ciudadanos en general lo desconocen casi del todo. Aunque ustedes deben reconocer que para el p¨²blico de aqu¨ª es muy dif¨ªcil seguir sus disquisiciones literarias, pues ignoramos los referentes culturales ¨¢rabes". A pesar de obtener el respaldo de dos asistentes, la estocada final le lleg¨® de nuevo en la voz de Mahdaoui: "El problema es la incomprensi¨®n; los europeos tienen miedo de todo lo que viene de fuera, pero tendr¨¢n que aceptar que el dogma de la Europa cerrada en s¨ª misma se ha terminado. ?Acaso nosotros les preguntamos qu¨¦ es Occidente?".
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