El Oviedo no encuentra remedio

El empate que se registr¨® en el campo del Carlos Tartiere no representa lo que se vio en un partido abierto que mereci¨® al menos el premio de alg¨²n gol. Casi siempre se jug¨® sin excesivas precauciones, lo que no significa que adem¨¢s se haya hecho bien. Lo ¨²nico que est¨¢ claro es que no hubo cerrojazo por ninguna de las dos partes. Al Oviedo le sienta muy mal los equipos que suprimen espacios y que no dejan pensar. El Valencia no es de ese estilo. Le gusta el bal¨®n y est¨¢ c¨®modo en el campo rival porque tiene clase suficiente para ello. A veces, incluso, presiona muy arriba, pero sin ahogar.Luis Aragon¨¦s, el entrenador del Oviedo, apost¨® de mano por Iv¨¢n Iglesias, uno de los pocos centrocampistas capaz de conectar con sus delanteros, e introdujo algunos otros cambios despu¨¦s del desastre de M¨¢laga, en la pasada jornada, pero no modificaron en esencia el planteamiento del equipo. Al Oviedo le cuesta mucho llegar y mucho m¨¢s rematar. Su plantilla ofrece menos de lo que vale, que es justamente lo contrario de lo que le suele ocurrir a su entrenador, que saca provecho de casi todo, incluso de donde hay poco material aprovechable. De ese modo el equipo asturiano se ha ido metiendo en un territorio peligroso y cada vez le cuesta m¨¢s buscar una salida ¨²til.

Una de las dudas era saber si la presi¨®n del ambiente pod¨ªa con el Oviedo, pero no. Sus componentes estuvieron dignos. Y a ratos exploraron las posibilidades que permit¨ªa el ambiente festivo del Valencia, que dej¨® jugar bastante pero no lo suficiente como para que pueda decirse que se trata de un conjunto vulnerable. Ni siquiera cuando qued¨® con 10 por la doble amonestaci¨®n que le cost¨® irse a los vestuarios a Kily Gonz¨¢lez, a falta de 25 minutos para el final.

Fue entonces cuando apareci¨® Piojo L¨®pez para desajustar el sistema defensivo local y enviar el mejor remate del partido. El bal¨®n sali¨® fuera despu¨¦s de recorrer la porter¨ªa de lado a lado. Seguramente ese tanto hubiera sido definitivo.

Al final el Oviedo apret¨® un poco m¨¢s ante la mirada indiferente de su entrenador que, esta vez, apenas se movi¨® en el banquillo en contra de su costumbre. Pero entonces Palop y la solvencia por alto de sus defensas mantuvieron sin grandes riesgos el empate que es una buena cosecha para un equipo como el valenciano que tiene la obligaci¨®n de aparecer dos veces por semana en escena. Es verdad que ayer no fue el brillante equipo que sigue invicto en Europa, pero mantuvo un buen nivel durante toda la tarde.

El Oviedo, sin embargo, mira con mala cara el calendario que tiene por delante a partir de ahora, despu¨¦s de que el que ha dejado por detr¨¢s lo ha colocado en una posici¨®n que empieza a ser m¨¢s que preocupante. El equipo parece capaz de cosas mejores pero todav¨ªa no las ha ofrecido.