"La Europa fortaleza fue un eslogan de los a?os 80"
En v¨ªsperas de la cumbre ministerial de Seattle, el comisario europeo responsable de Comercio Exterior y principal negociador europeo no est¨¢ tranquilo. El desacuerdo sobre la agenda de la Ronda del Milenio amenaza con reducirla a un fiasco, a una difusa negociaci¨®n sobre agricultura y servicios sin visos de ¨¦xito.Pregunta. Tiene usted aire preocupado. ?Van mal las cosas?
Respuesta. Digamos que no es gracias a los trabajos en Ginebra que Seattle ser¨¢ un ¨¦xito. ?Si es que Seattle llega a ser un ¨¦xito!
P. ?Qu¨¦ ocurrir¨¢ si Estados Unidos s¨®lo quiere negociar sobre agricultura y servicios?
R. ?sa no es la posici¨®n de Estados Unidos. Han mostrado una cierta flexibilidad sobre ello. El problema principal est¨¢ m¨¢s bien entre los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo y los pa¨ªses desarrollados. Hay tambi¨¦n desacuerdo sobre la agricultura; en realidad es entre ciertos pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo y ciertos pa¨ªses desarrollados, de un lado, y la Uni¨®n Europea y Estados Unidos, en el otro lado.
P. ?Cu¨¢les son los puntos de desacuerdo entre Europa y Estados Unidos?
R. Son esencialmente de orden t¨¢ctico. Est¨¢n ligados al hecho de que el calendario pol¨ªtico estadounidense est¨¢ marcado por el corto plazo. El a?o que viene hay elecciones presidenciales.
P. ?Y eso, qu¨¦ quiere decir?
R. Que Estados Unidos tiene tendencia a dejar para m¨¢s tarde asuntos que nosotros ya podr¨ªamos discutir ahora.
P. ?Por ejemplo?
R. Inversiones, competencia, antidumping...
P. ?Qu¨¦ es lo que falla cuando la UE es la potencia comercial m¨¢s abierta del mundo y al mismo tiempo contin¨²a la cr¨ªtica feroz a la Europa fortaleza?
R. No, no. La Europa fortaleza fue un eslogan de los a?os ochenta que est¨¢ limitado ahora a la agricultura. Y quienes emiten esas cr¨ªticas a la agricultura son ¨²nicamente aquellos que se benefician de ventajas comparativas naturales de gran importancia, como Australia, Nueva Zelanda o Argentina. En materia industrial ya nadie habla de Europa fortaleza, en materia de servicios tampoco.
P. Si en Seattle no hay acuerdo sobre la agenda de negociaci¨®n, ?qu¨¦ va a ocurrir?
R. Hay un aspecto t¨¦cnico y un aspecto pol¨ªtico. T¨¦cnicamente, lo que ocurrir¨¢ es que vamos a seguir negociaciones sobre agricultura y sobre servicios sin plazo y sin compromiso de acabarlas. Pol¨ªticamente ser¨¢ la se?al de que en el mundo actual no hay un consenso lo bastante fuerte para dar un paso suplementario de la liberalizaci¨®n comercial controlada y que unos y otros no ven suficientes ventajas para hacer el tipo de concesiones que nosotros, por ejemplo, estamos dispuestos a hacer.
P. Europa defiende una liberalizaci¨®n suplementaria, pero no est¨¢ claro en qu¨¦. ?Qu¨¦ quiere Europa en esta ronda?
R. Una negociaci¨®n comercial multilateral no es hoy como lo era antes. Hace 30 a?os era sencillo. Las protecciones eran fundamentalmente tarifarias y la liberalizaci¨®n consist¨ªa en reducir las tarifas de manera coordinada. Todo lo que es obst¨¢culo a los intercambios est¨¢ ahora menos en lo tarifario y m¨¢s en lo no tarifario y en los problemas de reglamentaci¨®n. Nos interesa abrir los mercados de los dem¨¢s, sobre todo en materia de servicios, por ejemplo en materia de telecomunicaciones, todo lo que son utilities, como el agua o la energ¨ªa, sectores en los que Europa tiene buenas ventajas competitivas. Y estamos preparados a abrir nuestros mercados en cierto n¨²mero de ¨¢mbitos, sobre todo en direcci¨®n a los pa¨ªses menos avanzados. Estoy autorizado a poner encima de la mesa en el momento oportuno un desarme tarifario casi completo hacia los pa¨ªses menos avanzados.
P. ?Por qu¨¦ hay un movimiento contrario a la liberalizaci¨®n en sectores progresistas, comprometidos con el desarrollo del Tercer Mundo?
R. Hay una sensibilidad de las opiniones p¨²blicas hacia el medio ambiente, la salud, las normas sociales fundamentales, las condiciones de producci¨®n. Es l¨®gico que gente preocupada por el medio ambiente se pregunte si m¨¢s liberalizaci¨®n comercial es bueno o es malo para el medio ambiente. Lo que no me parece l¨®gico es la respuesta que dice: parad la globalizaci¨®n o la liberalizaci¨®n mundial hasta que sepamos no s¨¦ muy bien qu¨¦. Creo que hay formas de conciliar un desarrollo sostenible y la liberalizaci¨®n comercial.
P. En otras regiones se interpretan esas preocupaciones como una coartada europea proteccionista.
R. Es leg¨ªtimo que tengan esas dudas, y estamos obligados a demostrarles que esas dudas no tienen fundamento. Las convenciones b¨¢sicas sobre el trabajo infantil, la esclavitud o el derecho a sindicarse no es algo que nosotros queramos imponer. Son normas que han sido aceptadas por todos, que esos pa¨ªses han firmado. Y nadie quiere ir m¨¢s all¨¢. No es una nueva barrera proteccionista.
P. ?Por qu¨¦ Europa ha perdido la mayor¨ªa de los paneles en la OMC?
R. No, no, no. Eso es totalmente inexacto. Hemos perdido dos paneles de gran visibilidad, el del pl¨¢tano y el de la carne hormonada, pero hemos ganado muchos otros. Hemos ganado el panel sobre el sistema de EEUU de ayudas a la exportaci¨®n, un asunto que no tiene punto de comparaci¨®n en t¨¦rminos de flujo con el pl¨¢tano o las hormonas. Acabamos de ganar el caso British Steel sobre ayudas p¨²blicas. Decidir que las ayudas p¨²blicas otorgadas a la privatizaci¨®n no son contrarias al libre comercio es un asunto de enorme importancia para nosotros.
P. ?Qu¨¦ va a pasar con China?
R. Con China estamos viviendo un proceso de adhesi¨®n a la Organizaci¨®n Mundial de Comercio. Una negociaci¨®n muy larga, muy importante, en la que los americanos acaban de ponerse de acuerdo sobre la agenda con China. Nuestra agenda es com¨²n con la americana en un 80%. Ahora nos queda a nosotros negociar con los chinos ese 20% restante.
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