Futuros maestros encaran la reforma educativa que ha cambiado el panorama en las escuelas Alumnos del curso de adaptaci¨®n pedag¨®gica afrontan los nuevos problemas de los docentes

La reforma educativa ha cogido por sorpresa a los que ser¨¢n futuros profesores. Estos nuevos profesionales estudiaron, no hace muchos a?os, con un sistema educativo que nada tiene que ver con lo que hoy sucede en las aulas. Tendr¨¢n que enfrentarse, ahora como docentes, a nuevas realidades en los colegios y no est¨¢n preparados para ello. El curso de adaptaci¨®n pedag¨®gica (CAP) que estos d¨ªas se imparte en Sevilla intenta formar a los nuevos maestros para que el choque con los alumnos no frustre su carrera. La LOGSE es todav¨ªa la gran desconocida y hacia la que dirigen sus desconfianzas.

El a?o pasado, los responsables de organizar el CAP en Sevilla hicieron una encuesta entre sus alumnos, los titulados que se matriculan en este curso para poder ser maestros y profesores. Detectaron que una parte de este curso de adaptaci¨®n pedag¨®gica -que deben pasar todos los que vayan a dedicarse a la docencia- no era suficiente. La Did¨¢ctica General, una de las asignaturas, presentaba carencias que luego repercut¨ªan en la pr¨¢ctica profesional. Los profesores encontraban que su formaci¨®n pedag¨®gica no estaba a la altura para tratar los problemas que est¨¢ planteando la reforma educativa. Problemas como la metodolog¨ªa que debe utilizar en clase un profesor: antes se trataba de dar apuntes, ahora se pretende que la clase sea m¨¢s participativa. O la evaluaci¨®n: con el anterior sistema, el que un alumno pasara de curso depend¨ªa de un examen, ahora hay promoci¨®n autom¨¢tica, evaluaci¨®n continua. O la atenci¨®n a la diversidad: chicos de distintas edades, etnias, conocimientos, capacidades. ?C¨®mo atender una clase con esas caracter¨ªsticas?Dif¨ªcil. Empezaron por preguntar a una maestra reci¨¦n llegada a la profesi¨®n, antigua y brillant¨ªsima estudiante que incluso hizo el CAP con gran ¨¦xito. Fracas¨® al enfrentarse a sus alumnos. Los problemas antes citados fueron la causa. Despu¨¦s interrogaron a un maestro veterano que, adem¨¢s, estuvo muy implicado en la reforma educativa. Este profesional concluy¨® que, ante las nuevas realidades de las aulas, se sent¨ªa como Torrente Ballester al final de su carrera docente: "Sin saber qu¨¦ explicar, a qui¨¦n explicarlo, ni c¨®mo".

As¨ª lo cuenta Luis Mart¨ªn, uno de los responsables del curso de adaptaci¨®n pedag¨®gica en Sevilla.

Prejuicios

Si la reforma educativa y su aplicaci¨®n est¨¢ frustrando la profesi¨®n de novatos y veteranos, al menos con los primeros algo se pod¨ªa hacer. Y a esa tarea de alta responsabilidad se est¨¢n dedicando estos d¨ªas los profesores que imparten el CAP a los futuros maestros. Para empezar han organizado alguna clase en la que explican a los alumnos la LOGSE. "Casi todos tienen muchos prejuicios hacia esta ley y ni siquiera la conocen", afirma Laura Rodr¨ªguez Espinosa, una de las profesoras.

Rodr¨ªguez trata de inculcarles el esp¨ªritu de la reforma que ella considera buena, pero sus alumnos no est¨¢n de acuerdo. Para desentra?ar, en la medida de lo posible, la reforma educativa, estos alumnos han hecho un juicio a la LOGSE. Unos hicieron de padres, otros de profesores y otros de abogados y jueces.

No se sabe muy bien si la LOGSE fue condenada o absuelta porque el trabajo de los defensores y fiscales, por supuesto, no era ni real, ni efectivo, pero los alumnos coinciden en que la ley perdi¨® el juicio.

?Por qu¨¦? "No estamos de acuerdo en que los alumnos pasen de curso de forma autom¨¢tica porque luego, cuando llegan a la universidad, no est¨¢n preparados". Ese es uno de los argumentos en contra de la LOGSE que encuentra Juan Carlos Espinosa. Otro m¨¢s: "Los profesores no est¨¢n capacitados para impartir clase en una misma aula a ni?os con distintas capacidades, y no tienen medios suficientes".

La profesora, Laura Rodr¨ªguez, cree que estos futuros maestros no acaban de comprender el esp¨ªritu de la ley: "Siguen bas¨¢ndolo todo en conocimientos y no en capacidades, que es de lo que se trata ahora. Creo que la reacci¨®n que tienen ante el nuevo sistema es propio, precisamente, de la gente que estudi¨® con el sistema antiguo", encorsetado en unos principios claros: apuntes, estudio, examen. La profesora trata de explicarles que la LOGSE cuida aspectos que antes se pasaban por alto y que "hab¨ªa gente que se qued¨® en el camino por no estar al mismo nivel que sus compa?eros".

A¨²n as¨ª, no todos ven con malos ojos la reforma: "Yo creo que est¨¢ muy bien hecha, pero que tiene agujeros", dice una de las estudiantes del CAP, Consolaci¨®n Mart¨ªn. Y a Roc¨ªo Torrents le parece bien, por ejemplo, que los chicos est¨¦n en clase obligatoriamente hasta los 16 a?os, para que les queden unos conocimientos b¨¢sicos.

Ese y otros aspectos, plantean otro problema que hoy en d¨ªa se detecta en las aulas: la atenci¨®n a un alumnado diverso. Para ense?ar a los futuros maestros a tratar esto, los profesores del CAP har¨¢n una curiosa pr¨¢ctica: "A los que han estudiado m¨²sica les pediremos que preparen una lecci¨®n y se la expliquen a sus compa?eros que han estudiado inform¨¢tica, como si se enfrentaran a una clase con alumnos de distintos niveles". Tendr¨¢n que encarar cada duda que les planteen sus colegas y, de esa forma, estar¨¢n siendo maestros por un d¨ªa, con los problemas y caracter¨ªsticas de la nueva realidad escolar.