Corred, corred, cristales
Lo primero que salta a la vista en las representaciones de La p¨²rpura de la rosa, de Torrej¨®n de Velasco, con texto de Calder¨®n de la Barca, es su valor hist¨®rico. Fue la primera ¨®pera estrenada en Lima, y, por extensi¨®n, en Latinoam¨¦rica, con lo que el car¨¢cter testimonial cobra una fuerza determinante.La reconstrucci¨®n de los materiales musicales est¨¢ hecha por Bernardo Illari y el espect¨¢culo esc¨¦nico est¨¢ coproducido entre el teatro de Ginebra y la Zarzuela.
Las estampas evocadoras de lo que pudo ser el intercambio entre los mundos espa?ol y americano se relegan en funci¨®n de una puesta en escena de espacios abiertos, limpia, elegante, sugerente, en cierto modo aleg¨®rica y con un subrayado continuo de la met¨¢fora, en la que los cantantes-actores son doblados por unos bailarines (excelentes los de Ginebra) que se echan a sus espaldas en gran medida el ritmo interior de la propuesta visual.
La p¨²rpura de la rosa
M¨²sica de Tom¨¢s de Torrej¨®n y Velasco. Libreto de Pedro Calder¨®n de la Barca. Conjunto instrumental Elyma. Ballet del Teatro de Ginebra. Coro del Teatro de La Zarzuela. Director musical: Gabriel Garrido. Direcci¨®n de escena y coreograf¨ªa: ?scar ?raiz. Con Graciela Oddone, St¨¦phanie d?Oustrac, Cecilia D¨ªaz, Isabelle Henr¨ªquez, Victoria Manso, Adriana Fern¨¢ndez, Marcello Lippi y Susanna Moncayo. Coproducci¨®n con el Gran Teatro de Ginebra. Teatro de la Zarzuela, Madrid, 29 de noviembre.
Son cada d¨ªa m¨¢s frecuentes las soluciones danzadas de la ¨®pera barroca -Jacobs, por ejemplo, las ha frecuentado recientemente en Monteverdi con la escuela de danza de Basilea o con Trisha Brown-, y en esa tendencia se inscribe la propuesta de ?scar Araiz para La p¨²rpura..., tan rica de ideas como impecablemente realizada. Entre el dramatismo de la escena de la c¨¢rcel al comienzo de la segunda parte y la alegr¨ªa desenfadada que reflejan algunos n¨²meros colectivos hay todo un mundo desplegado que sirve, curiosamente, a la comprensi¨®n de un texto cargado de insinuaciones y con una gran riqueza de lenguaje.
M¨¢s sutil que efectista
No es una cuesti¨®n menor, ni mucho menos. El texto de Calder¨®n de la Barca es primordial en La p¨²rpura de la rosa. Por ello, de los cantantes-actores, lo primordial que hay que exigir es una dicci¨®n clara y luminosa. La tienen. El sobretitulado no est¨¢, en cualquier caso, de m¨¢s.
El poderoso Marte de Cecilia D¨ªaz, el gracioso Amor de Victoria Manso, el vital Chato de Marcello Lippi o la contenci¨®n expresiva de que hace gala la pareja protagonista de Venus y Adonis, formada por St¨¦phanie d"?ustrac y Graciela Oddone, van sacando adelante paso a paso, situaci¨®n a situaci¨®n, una representaci¨®n m¨¢s sutil en cualquier caso que efectista.
De la bondad general del espect¨¢culo es, en gran medida, responsable el director musical Gabriel Garrido al frente del estupendo grupo Elyma.
Hace poco m¨¢s de un par de a?os, Garrido dej¨® una magn¨ªfica impresi¨®n en Loyola y Jaca con la presentaci¨®n de la ¨®pera San Ignacio de las misiones jesuitas en Bolivia. Ahora revalida con creces aquel impacto.
Garrido habla desde la pasi¨®n convencida y did¨¢ctica, desde una emoci¨®n que en ning¨²n momento se difumina. Su lectura es seria, contrastada, rigurosa. Tiene chispa y, sobre todo, hace de la tensi¨®n musical el centro y motor de la representaci¨®n.
Magn¨ªfico programa de mano, con textos de Aurora Egido -?lo que sabe esta chica!-, Jos¨¦ Antonio Rodr¨ªguez Garrido, Louise K. Stein, Bernardo Illari y Jos¨¦ M¨¢ximo Leza. No se llen¨® el teatro de la Zarzuela, una l¨¢stima.
Los asistentes respondieron con entusiasmo y mucho calor a los saludos finales de los artistas.
Babelia
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