Un descubrimiento que sigui¨® a otros

La suerte favorece a la mente dispuesta, como afirm¨® Louis Pasteur, y la mente del cient¨ªfico japon¨¦s Sumio Iiyima estaba ciertamente bien preparada para el impresionante descubrimiento que realiz¨® en 1991. Iiyima es microscopista en NEC Corporation, una empresa japonesa de electr¨®nica, y durante muchos a?os hab¨ªa estudiado la estructura at¨®mica de las fibras de carbono. Cuando, en 1990, investigadores de Heidelberg, Alemania, y de Tucson, Estados Unidos, informaron de un m¨¦todo para obtener grandes cantidades de mol¨¦culas de carbono denominadas buckminsterfullerenos, o C60, a Iiyima le pareci¨® una especie de justificaci¨®n de los experimentos sobre el carbono que hab¨ªa realizado durante m¨¢s de una d¨¦cada.En 1991 experiment¨® con la t¨¦cnica que hab¨ªa permitido a los investigadores del C60 conseguir su nueva forma de carbono. Haciendo pasar chispas el¨¦ctricas entre varillas de grafito muy cercanas entre s¨ª, Iiyima las vaporiz¨® y permiti¨® que el carbono se condensase en una masa cubierta de holl¨ªn. Pero cuando mir¨® el holl¨ªn a trav¨¦s del microscopio, descubri¨® algo completamente inesperado. Entre los restos, donde otros hab¨ªan encontrado el C60, hab¨ªa diminutos tubos de carbono puro, de s¨®lo unos nan¨®metros (milmillon¨¦simas de mtros) de ancho. Estos nanotubos eran huecos pero con muchas capas: tubos dentro de tubos, como las mu?ecas rusas, y ten¨ªan los extremos sellados en forma c¨®nica.

Bal¨®n de f¨²tbol

El C60, una mol¨¦cula de carbono con forma de bal¨®n de f¨²tbol descubierta en 1985, en 1990 ya hab¨ªa electrizado a f¨ªsicos y qu¨ªmicos de todo el mundo. Era asombroso que los ¨¢tomos de carbono pudiesen combinarse espont¨¢neamente para formar esta complicada estructura. Pero hasta 1990, nadie pudo obtener suficiente cantidad para estudiarlo adecuadamente o para hacer algo ¨²til con ¨¦l.

Sin embargo, cuando Iiyima inform¨® de sus nanotubos, muchas personas que trabajaban en el C60 y en sus parientes mayores (denominados en conjunto fulerenos) empezaron a centrarse en estos diminutos filamentos, que har¨ªan cosas mucho m¨¢s interesantes que los fulerenos. El grafito conduce la electricidad, pero muy mal, y por tanto los investigadores se preguntaron si los nanotubos de carbono (con una estructura at¨®mica m¨¢s perfecta que la del grafito) podr¨ªan ser mejores conductores.