Feroz reacci¨®n policial a la protesta en las calles
La feroz reacci¨®n policial a las manifestaciones callejeras de Seattle fue denunciada ayer por grupos sindicales y ecologistas organizadores de las protestas, asociaciones de derechos humanos y vecinos de la ciudad. Varias organizaciones presentaron denuncias ante los tribunales de justicia de Seattle por el "comportamiento anticonstitucional" del alcalde de Seattle, Paul Schell, y las fuerzas de polic¨ªa y unidades militares de la Guardia Nacional a sus ordenes."Tras haber pecado por falta de previsi¨®n el martes y haberse dejado ganar la batalla de la calle por los manifestantes opuestos a la OMC, las autoridades de Seattle han reaccionado declarando el Estado policial", dijo Jerry Sheehan, portavoz de la prestigiosa Uni¨®n Americana de Libertades Civiles (ACLU). "Jam¨¢s imagin¨¦ que ver¨ªa en Estados Unidos un comportamiento policial semejante", dijo John Goodman, del sindicato United Steelworkers.
Seattle era ayer, por tercer d¨ªa consecutivo, una ciudad tomada por cientos de polic¨ªas y soldados de la Guardia Nacional vestidos y armados como si fueran personajes de la pel¨ªcula de ciencia ficci¨®n Starship Troopers. Unas 50 manzanas del centro de la ciudad segu¨ªan cerradas a todos los ciudadanos menos los participantes en la cumbre de la OMC.
Mientras continuaba en vigor el primer toque de queda desde la II Guerra Mundial, los agentes insist¨ªan en emplear masivamente gases lacrim¨®genos contra manifestantes pac¨ªficos y cualquier opositor a sus ¨®rdenes era retenido durante horas en autobuses, sin ser autorizado a consultar a su abogado.
La presencia de Clinton en la ciudad increment¨® el mi¨¦rcoles el exceso de celo policial. Los agentes bombardearon con granadas lacrim¨®genas todo el per¨ªmetro alrededor del hotel donde resid¨ªa el presidente, arrancando las l¨¢grimas de cientos de personas que tan solo pasaban por all¨ª. Y decididos a hacerse con el control de las calles detuvieron a 500 personas. El n¨²mero de heridos, todos leves, ascendi¨® a 40.
Ese comportamiento policial se repet¨ªa ayer. Cualquiera que no desalojara de inmediato ante su presencia, era rociado con un aerosol con gas pimienta, maniatado con cuerdas y metido en un autob¨²s. All¨ª pasaron cientos de detenidos la noche del mi¨¦rcoles al jueves, sin ser acusados formalmente de nada, ni poder llamar a sus abogados. El alcalde Schell, que en su juventud fue un manifestante contra la guerra de Vietnam, justific¨® esos comportamientos como "el ¨²nico modo de garantizar la seguridad del presidente Clinton y el desarrollo de la conferencia de la OMC". Los comerciantes de Seattle hac¨ªan ayer el primer balance de da?os.
Las reparaciones de los cristales rotos el martes por grupos minoritarios de manifestantes les costar¨¢n 1?5 millones de d¨®lares, inform¨® su portavoz Lucinda Payne. Pero la p¨¦rdida de ventas causada por la zona de exclusi¨®n y el toque de queda declarados por el alcalde ya les supon¨ªa ayer una p¨¦rdida de 7 millones de d¨®lares.
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