Una auditor¨ªa cifra en casi 6.300 millones de pesetas la falta de liquidez del Hospital General de Catalu?a
VIENE DE LA P?GINA 1 El equipo gestor del Hospital General de Catalu?a (HGC) de principios de los a?os noventa, empujado desde la etapa fundacional por el m¨¦dico y empresario Carles Soler Durall, ten¨ªa la convicci¨®n de que el proyecto ser¨ªa viable y captar¨ªa por lo menos 300.000 socios.
La yugulaci¨®n financiera del proyecto lleg¨® poco antes de 1993, cuando se vio que el hospital no podr¨ªa liquidar sus muchas obligaciones pendientes. Muchos socios aceptaron la f¨®rmula de anticipar nuevas participaciones por amor al proyecto y tambi¨¦n porque el hospital no pod¨ªa liquidarles; m¨¢s de un millar de personas invirtieron entonces entre tres y ocho millones de pesetas en la f¨®rmula imaginada por Soler Durall y por su director financiero, Josep Alegr¨ª -¨¦ste lleg¨® embolsarse 653 millones de la caja del centro y fue detenido y procesado poco m¨¢s tarde -, y por lo menos entre 20 y 30 socios del hospital financiaron las participaciones anticipadas con cantidades cercanas a los 50 millones de pesetas cada uno. Antes de la suspension de pagos de 1993, cuando el equipo gestor estaba dirigido por Anton Ca?elles, actualmente s¨ªndic de greuges del Gobierno catal¨¢n, se lanz¨® al mercado el ¨²ltimo recurso: una emisi¨®n de pagar¨¦s de empresa con una rentabilidad del 13%, lo que todav¨ªa permiti¨® recaudar algunos cientos de millones m¨¢s.
Pero para entonces la suerte del centro hospitalario ya estaba echada y los ¨²ltimos siete a?os, desde que se celebr¨® el primer proceso hasta la reciente quiebra del pasado mes de noviembre, s¨®lo han servido para poner parches a una situaci¨®n de fracaso irrevocable.
La inviabilidad actual del HGC se expresa ahora de forma contable en "la existencia de un fondo de maniobra negativo de 6. 296 millones de pesetas generado b¨¢sicamente por diversos pr¨¦stamos con entidades de cr¨¦dito con vencimiento a 31 de diciembre de 1999 por un importe global de 3.600 millones de pesetas, as¨ª como por deudas con diversas entidades p¨²blicas", seg¨²n se?ala el informe de auditor¨ªa elaborado por la firma Arthur Andersen.
En 1993, cuado lleg¨® Pere Narbona a la presidencia del HGC, dio el m¨¢s espectacular golpe de efecto que ha conocido la historia del centro: logr¨® reducir el valor de los t¨ªtulos en poder de los asociados hasta el precio simb¨®lico de una peseta, cuando el centro atravesaba uno de sus peores momentos. Aquella reducci¨®n, presentada a la opini¨®n p¨²blica como una especie de operaci¨®n acorde¨®n, salv¨® solo parte de los muebles. Desde entonces, los asociados del HGC han perdido su dinero y sus derechos, y adem¨¢s el centro hospitalario no ha hecho sino incrementar su deuda financiera con bancos y organismos p¨²blicos. Una buena parte de esta deuda, la que corresponde al aval de 3.600 millones concedido al hospital por el Instituto Catal¨¢n de Finanzas , "sera ejecutada por la Generalitat, puesto que el edificio del centro hospitalario est¨¢ pignorado como garant¨ªa de esta deuda", se?alan fuentes del citado instituto.
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