Mala racha de Goldin

Dos batacazos seguidos en Marte (si se confirma la p¨¦rdida de la Mars Polar Lander), la flota de transbordadores espaciales aparcada, el telescopio Hubble en espera de una reparaci¨®n urgente, la construcci¨®n de la Estaci¨®n Espacial Internacional interrumpida y un nuevo telescopio en ¨®rbita seriamente averiado son muchos malos tragos en pocos meses para la NASA. Pero no hay que olvidar que el espacio es todav¨ªa una actividad de alto riesgo y que quien m¨¢s hace, m¨¢s posibilidades tiene de fallar.Daniel Goldin, director de la NASA, presente en la sala de control de Mars Polar Lander el pasado viernes, no ha hecho todav¨ªa declaraciones oficiales sobre la desesperante situaci¨®n de la sonda. Pero pocos d¨ªas antes ya advirti¨® de que un nuevo contratiempo "Por Dios que no frenar¨¢ nuestra exploraci¨®n de Marte".

Tanto esta misi¨®n como su compa?era Mars Climate Orbiter, perdida el pasado mes de septiembre, con un coste conjunto de 43.000 millones de pesetas, se inscriben en la estrategia M¨¢s barato, mejor, m¨¢s r¨¢pido puesta en pie por Goldin cuando fue nombrado por Clinton director de la NASA en 1992. Con este lema se desarrollaron las dos misiones a Marte de 1997, la c¨¦lebre Pathfinder y la Mars Global Surveyor a¨²n en funcionamiento y la sonda Prospector de exploraci¨°n lunar, tambi¨¦n todo un ¨¦xito.

La idea de las misiones peque?as y baratas significa agilidad, de manera que se pueden hacer varias naves con pocos equipos cada una en lugar de desarrollar las cl¨¢sicas sondas espaciales mastod¨®nticas. As¨ª, por un lado, se cubren m¨¢s frentes con menos dinero; y por otro, si una misi¨®n fracasa, la p¨¦rdida es menos grave. Lo cierto es que la NASA ha cosechado ¨¦xitos y fracasos con ambas estrategias.

La grave aver¨ªa de una de las dos c¨¢maras del nuevo telescopio espacial de rayos X Chandra sigue sin reconocerse oficialmente y no se ha hecho p¨²blico ning¨²n informe desde el pasado 14 de septiembre. Todo hac¨ªa pensar que un sonoro ¨¦xito en Marte har¨ªa menos amargo el anuncio de los problemas con el Chandra, pero esa esperanza tambi¨¦n se diluye.

Mientras tanto, el telescopio Hubble est¨¢ apagado a la espera de que lleguen los astronautas que deben repararlo dentro de unos d¨ªas, si por fin se solucionan las aver¨ªas de los transbordadores espaciales. Aver¨ªas que, a su vez, comprometen la continuidad del programa m¨¢s ambicioso y costoso de la NASA: la construcci¨®n apenas iniciada en ¨®rbita de la nueva Estaci¨®n Espacial Internacional.