El Madrid bordea la proeza
Que era una victoria imposible se supon¨ªa. V¨¦ase, si no, el siguiente dato: en el banquillo del Madrid se sentaban Galilea, Larsen, N¨²?ez y dos juveniles. En el del Panathinaikos, Katash, Burke, Alvertis y Koch, jugadores que ser¨ªan titulares en la mayor¨ªa de los equipos de Europa. V¨¦ase otro dato: el Madrid jug¨® sin Alberto Angulo, sin Iturbe, con Struelenes infiltrado y con Djordjevic tocado. Gan¨® el invicto Panathinaikos, aunque para ello tuviera que llevar el partido donde le conven¨ªa, a las trincheras, al cuerpo a cuerpo, a un marcador escu¨¢lido. A un baloncesto, en definitiva, que convendr¨ªa desterrar.Obradovic y Bodiroga fueron recibidos a lo grande y se retiraron bajo sospecha. El t¨¦cnico calent¨® a la grada pero no a los ¨¢rbitros, pese a que lleg¨® a dar un pu?etazo en la mesa de anotadores. Ser¨¢ que tanto triunfo le da a uno cierta bula. Bodiroga, por su parte, ahog¨® en un mar de protestas la impotencia que sinti¨® ante el marcaje de Angulo.
REAL MADRID 63
PANATHINAIKOS 66Real Madrid: Djordjevic (21), Alberto Herreros (17), Lucio Angulo (7), Struelens (0) y Brent Scott (16) -cinco inicial-; Galilea (2) y Mikel Larsen (0). Panathinaikos: Kalaitzis (4), Fotsis (6), Bodiroga (12), Johnny Rogers (15) y Rebraca (12) -cinco inicial-; Koch (2), Alvertis (6), Burke (0) y Katash (9). ?rbitros: Rems (Eslovenia) y Zancanella (Italia). Unos 5.000 espectadores en el Pabell¨®n Raimundo Saporta de la Ciudad Deportiva. S¨¦ptima jornada de la segunda fase de la Euroliga.
As¨ª se comportaron ambos tras ver c¨®mo el Madrid les pasaba por encima en la primera parte. La defensa de los blancos deber¨ªa ser vista en toda escuela de baloncesto que se precie. Scott paraliz¨® a Rebraca, Lucio, ya se ha dicho, a Bodiroga y s¨®lo Struelens pagaba sus dolencias f¨ªsicas ante Rogers. Hasta en dos ocasiones la bocina les anunci¨® a los griegos que hab¨ªan agotado los 30 segundos de posesi¨®n. Herreros andaba fino y ni las tres personales que llevaron a Djordjevic al banco da?aron a un Madrid enorme, que se fue al descanso con una diferencia inferior a la merecida (42-34) por culpa de Rogers. El partido era insoportable para el invicto, para un Panathinaikos que acumula 20 partidos sin perder. Pero arranc¨® la segunda mitad, Koch fulmin¨® a Herreros y el Madrid se li¨®. Galilea comenz¨® a sufrir ante Katash y Larsen no logr¨® mitigar las obligadas ausencias de Struelens.
Anulado Herreros (que no consigui¨® un s¨®lo punto en la reanudaci¨®n), la producci¨®n ofensiva del Madrid qued¨® reducida a lo que hicieran Djordjevic y Brent Scott. Que fue mucho, pero insuficiente. Tampoco el rival cumpl¨ªa en ataque, pero eso era lo de menos. Obradovic hab¨ªa desactivado al enemigo y llevado el choque a su terreno. Cada posesi¨®n era una batalla y ah¨ª no supo manejarse el Madrid. A 42 segundos del final, con 63-62, Angulo se precipit¨®, pero Rogers no. Quedaban diez segundos cuando Djordjevic intent¨® la penetraci¨®n y se encontr¨® con un bosque de obst¨¢culos. Acab¨® en el suelo, pero los ¨¢rbitros se miraron y callaron. Rogers encest¨® y el Madrid se vio con 2,6 segundos para resolver, lo que indign¨® a Scariolo, que opin¨® que eran cuatro, por lo que el club presentar¨¢ una reclamaci¨®n. Pero si imposible fue la victoria m¨¢s lo ser¨¢ que esa protesta surta efecto.
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