La Constituci¨®n venezolana no establece la subordinaci¨®n clara del Ej¨¦rcito al poder civil
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ENVIADO ESPECIALLa nueva Constituci¨®n venezolana no establece taxativamente que las Fuerzas Armadas deban subordinarse al poder civil, y ese vac¨ªo es como mentar la soga en casa del ahorcado entre quienes sospechan que el cap¨ªtulo castrense pretende consolidar el militarismo, y una alianza entre los cuarteles y el presidente, Hugo Ch¨¢vez, que siendo teniente coronel encabez¨® en 1992 un fallido golpe contra el Gobierno de Carlos Andr¨¦s P¨¦rez. "No cambiemos el voto por las botas", pidi¨® el diputado oficialista Herman Escarr¨¢, que dirigi¨® la comisi¨®n constitucional de la Asamblea Constituyente encargada de redactar la Carta Magna que el pr¨®ximo d¨ªa 15 ser¨¢ sometida a refer¨¦ndum.
El discurso del presidente Ch¨¢vez, su frecuente empleo de t¨¦rminos militares ("?armas al hombro!; ?vamos a echarles plomo!; ?con la artiller¨ªa, con los ca?ones!"), satisface al electorado m¨¢s harto del fracasado bipartidismo tradicional, a los venezolanos que reclaman mano dura contra el viejo y corrupto r¨¦gimen. Al mismo tiempo, sin embargo, esos dicterios fortalecen a aquellos que denuncian la existencia de gobernante de vocaci¨®n autoritaria, y desasosiegan al sector moderado del movimiento que hace un a?o le condujo a la jefatura del Estado.H¨¦ctor Fa¨²ndez, director del Centro de Estudios de Posgrado de la Facultad de Ciencias Jur¨ªdicas y Pol¨ªticas de la Universidad Central de Venezuela, manifest¨® a este diario que muy probablemente la mayor¨ªa de sus compatriotas aprobar¨¢ una Constituci¨®n que ensancha las prerrogativas de los uniformados, un documento en el que las tres armas conservan fueros ajenos al control civil y sugieren que "son una rep¨²blica independiente". El art¨ªculo de la anterior Constituci¨®n en el que se se?ala que las Fuerzas Armadas constituyen un cuerpo no deliberante fue eliminado.
Hugo Ch¨¢vez Fr¨ªas, de 45 a?os, es presidente de Gobierno y comandante jefe de las Fuerzas Armadas y aprobar¨¢ o denegar¨¢ los ascensos, desapareciendo as¨ª la preceptiva intervenci¨®n conjunta del Senado y del presidente en su ratificaci¨®n, recogida en la moribunda Constituci¨®n de 1961. "El problema no es la concentraci¨®n de poderes en la presidencia de la Rep¨²blica, que ciertamente la hay, sino el militarismo", se?ala Fa¨²ndez. "El r¨¦gimen del estamento, como norma general, no forma parte de la mayor¨ªa de las constituciones. Es materia de leyes. En la venezolana hay un cap¨ªtulo dedicado a lo se llama Fuerza Armada Nacional", a?ade.
Otros privilegios
Uno de los art¨ªculos redactados por la comisi¨®n correspondiente, en la que fue determinante la intervenci¨®n de los jefes y oficiales miembros, se?ala que responde ¨²nicamente "al servicio de la naci¨®n" y en ning¨²n caso a "persona o parcialidad pol¨ªtica alguna". "Eso ¨²ltimo est¨¢ bien. Pero no est¨¢ subordinada a nadie. ?D¨®nde est¨¢, donde aparece que est¨¦ subordinada al poder civil? En ninguna parte", agrega Fa¨²ndez.
La Constituci¨®n prometida por Ch¨¢vez, y elaborada por una Asamblea Constituyente con 121 de sus 131 esca?os ocupados por la coalici¨®n gubernamental Polo Patri¨®tico, otorga a los militares otros privilegios que reprochan los opositores, entre ellos un sistema de justicia y seguridad social propios.
Los constituyentes crearon un "sistema de seguridad social ¨²nico y solidario", cuarteles aparte, eso es, acabaron con los privilegios de las castas profesionales en jubilaciones y pensiones. Las tres armas son, pues, el ¨²nico organismo del Estado con un r¨¦gimen especial.
La nueva Carta Magna incorpora notables avances en la defensa de los derechos humanos. Proclama la elecci¨®n de los jueces castrenses por concurso, y el procesamiento en tribunales civiles ordinarios de los militares que cometan delitos comunes relacionados con los derechos humanos o de lesa humanidad. Pero la creaci¨®n con rango constitucional del Consejo de Defensa Nacional es otro punto mencionado por el cr¨ªtico Luis Manuel Esculpi, ex presidente de la comisi¨®n de Defensa en la C¨¢mara de Diputados, sin contenido desde la barrida de Ch¨¢vez en las elecciones constituyentes. Al mismo tiempo, el actual C¨®digo de Justicia Militar adquiere indirectamente categor¨ªa constitucional. "Esto significa que todas las disposiciones que se han venido objetando por antidemocr¨¢ticas, o facilitadoras de la impunidad siguen vigentes", sostiene el profesor Fa¨²ndez, que simpatiz¨® con el proceso pero observa peligros. "Por ejemplo, sigue vigente el art¨ªculo 54 del C¨®digo de Justicia Militar que le permite al presidente de la Rep¨²blica autorizar si se inicia o no un juicio militar, o sobreseer un procedimiento militar en cualquier estado del proceso". Este art¨ªculo fue aplicado por el anterior presidente, Rafael Caldera, para abandonar el juicio contra Hugo Ch¨¢vez por liderar la sublevaci¨®n militar de hace siete a?os.
"Desconf¨ªa de aquella Constituci¨®n donde no se diga que las Fuerzas Armadas adem¨¢s de su funci¨®n de defensa y seguridad deben cumplir la funci¨®n de tutela y garant¨ªa de la democracia y sus instituciones. Cuidado con aquellas Constituciones que buscan crear un Estado de tutelaje militar", advierte Escarr¨¢, diputado democristiano que discrepa del jefe del Gobierno y, aunque votar¨¢ a favor, ha anunciado su intenci¨®n de presentar una enmienda constitucional.
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