La NASA aplazar¨¢ o cancelar¨¢ las dos misiones a Marte previstas para el 2001
Goldin reconoce que es preciso revisar el programa de exploraci¨®n marciana de EE UU
El programa de exploraci¨®n de Marte de la NASA ser¨¢ examinado por completo, y algunas de las misiones previstas ser¨¢n aplazadas o incluso canceladas. Las primeras afectadas ser¨¢n las dos misiones siguientes, cuyo lanzamiento estaba previsto para el 2001, cuando se vuelve a producir la situaci¨®n relativa favorable de Marte y de la Tierra. ?sta es la primera respuesta oficial de la agencia espacial estadounidense a los naufragios en el planeta rojo de las dos ¨²ltimas naves all¨ª enviadas: la Polar Lander, que desapareci¨® el pasado viernes, y la Climate Orbiter, perdida en septiembre.
"Est¨¢ claro que algo ha fallado y tenemos que intentar saber qu¨¦ ha sido", dice Daniel Goldin, el director de la NASA puesto en cuesti¨®n por su pol¨ªtica espacial de "lo m¨¢s r¨¢pido y lo m¨¢s barato". Tras aceptar que no quedan esperanzas reales de rescatar la Mars Polar Lander, Goldin acepta: "Es probable que tengamos que cambiar por completo nuestro programa de exploraci¨®n de Marte"."Los dos ¨²ltimos fracasos han sido un toque de alerta al que tenemos que dar alg¨²n tipo de respuesta", dice Ed Weiler, jefe de los equipos cient¨ªficos de la NASA. Las naves que deben efectuar el pr¨®ximo viaje al planeta rojo, las Mars Surveyor 2001, son similares a las naufragadas Climate Orbitery Polar Lander. Una orbitar¨¢ Marte y la otra aterrizar¨¢ en su superficie.
Pero si la NASA sabe que la Climate Orbiter fracas¨® por una confusa combinaci¨®n de medidas de longitud inglesas con el sistema m¨¦trico decimal, ignora por completo qu¨¦ es lo que ha salido mal en el caso de la Polar Lander. La obvia conclusi¨®n es expresada as¨ª por Goldin: "Est¨¢ claro que no vamos a apresurarnos a construir una nueva nave espacial tan s¨®lo para cumplir un plazo arbitrario que nosotros mismos nos hemos dado".
La NASA promete que ahora estudiar¨¢ el dise?o de sus naves, determinar¨¢ si no se est¨¢ equivocando en los lugares calculados para los aterrizajes y evaluar¨¢ sus relaciones con el fabricante aeron¨¢utico Lockheed Martin, constructor de los dos artefactos naufragados y culpable de la confusi¨®n de medidas de la Climate Orbiter. Entretanto, en la comunidad cient¨ªfica, la opini¨®n p¨²blica y el Congreso ya se debate si este organismo est¨¢ fracasando por exceso o por defecto de fondos.
Muchos miembros del legislativo de EE UU creen que la NASA gasta demasiado en misiones de puro prestigio cient¨ªfico y poca rentabilidad nacional. El pasado verano ya hubo un intento en el Congreso para reducir en 900 millones de d¨®lares (149.000 millones de pesetas) el presupuesto anual para la NASA. Pero el senador Phil Gramm asegur¨® ayer que los fracasos de las dos ¨²ltimas expediciones marcianas no resucitar¨¢n el pr¨®ximo a?o ese intento de recortarle las alas a la NASA.El senador se declar¨® "profundamente decepcionado" por los naufragios, pero a?adi¨® que "las naves no van tripuladas por seres humanos, precisamente porque pueden ocurrir esas cat¨¢strofes". Gramm dijo que el programa marciano es "una buena causa" y a?adi¨® que no espera que el Congreso quiera anularlo o recortarlo.
Muchas voces se elevan en EE UU para decir que la culpa la tiene, precisamente, lo contrario, la falta de fondos provocada por la pol¨ªtica de Goldin de "lo m¨¢s r¨¢pido, lo mejor y lo m¨¢s barato". Esa pol¨ªtica fue establecida en 1993, tras la desaparici¨®n de la nave Mars Observer, cuyo coste ascend¨ªa a 1.000 millones de d¨®lares (166.000 millones de pesetas). La misi¨®n Pathfinder, de tanto ¨¦xito en 1997, fue m¨¢s barata, pero cost¨® todav¨ªa aproximadamente lo mismo que la suma de las dos perdidas ahora (unos 50.000 millones de pesetas)
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