Ceguera voluntaria
Lo dijo ya hace tiempo el viejo profesor: "No hay peor ciego que quien no quiere ver". La sentencia, que me vino a la mente al contemplar las decisiones del ¨¢rbitro en el ¨²ltimo partido Athletic-Real Sociedad, puede aplicarse sin reservas a la actitud pol¨ªtica adoptada por la direcci¨®n del PNV, y por su ap¨¦ndice, el Gobierno vasco, ante la situaci¨®n creada por el fin de la tregua etarra. Nadie duda de que al PNV debiera corresponder el papel central en la normalizaci¨®n democr¨¢tica de Euskadi. Pero por lo mismo resulta imprescindible el ejercicio de la cr¨ªtica tanto el grupo dirigente de Arzalluz como el Gobierno Ibarretxe.Ambos han adoptado una sorprendente postura, consistente en responder al ¨®rdago terrorista movi¨¦ndose en la direcci¨®n se?alada por ETA, y otorg¨¢ndole de hecho la raz¨®n, pues si ahora tiene sentido apresurarse a proponer a HB un pacto de "construcci¨®n nacional", es que en la tregua se hab¨ªan adormecido, tal y como denunciaban los encapuchados. El enemigo es m¨¢s que nunca Madrid, para no variar, y todo recuerda aquellas sentencias de jueces en casos de violaci¨®n donde todo era hablar del vestuario provocativo de la v¨ªctima. Como resultado, PNV y EA no s¨®lo juzgan "inoportuno" condenar abiertamente la decisi¨®n de ETA, sino que descubren como panacea abordar la tal construcci¨®n nacional s¨®lo entre nacionalistas y, por lo mismo, coincidir en los fines con HB, hasta ayer c¨®mplice legal de la banda, hoy al parecer independiente. S¨®lo que para aceptar eso hay que cerrar los ojos ante lo que hab¨ªa detr¨¢s de la pancarta "Por el proceso democr¨¢tico" en la manifestaci¨®n de HB el d¨ªa 4: el "?Gora Euskadi Ta Askasuna!", lanzado por Arnaldo Otegi.
As¨ª, el escenario formalmente democr¨¢tico, con PNV y Gobierno vasco empujados por el camino de alternativa a la legalidad vigente trazado por HB, tiene encima la espada de Damocles del terror. Consecuencia: activa o latente esa coacci¨®n, hablar de democracia es profanar el t¨¦rmino. ?Qu¨¦ van a decidir los vascos libremente si el nacionalismo llamado democr¨¢tico respalda la intimidaci¨®n del terror, por mucho que declare rechazar su "tutela"? En definitiva, eso es lo que busc¨® desde siempre la "alternativa democr¨¢tica" de ETA y HB, de acuerdo con el procedimiento de inversi¨®n de significados al estilo del "Arbeit macht frei" de Auschwitz. Por lo dem¨¢s, el lenguaje del PNV se sigue moviendo en el terreno de las falsas evidencias, verdades aparentemente indiscutibles que no se argumentan y son desmentidas por la realidad. Comentemos algunas, inscritas en el comunicado del PNV a HB del d¨ªa 3. De entrada, no existe la menor voluntad, democr¨¢ticamente expresada, en los vascos por formar un Estado desde Bayona hasta el Ebro; segundo, el "ser nacional" evocado por Arzalluz puede responder a la "l¨ªnea fundacional" de su partido -no a la democristiana posterior-, pero eso es volver a la l¨®gica de exterminio del espa?ol propugnada por Sabino Arana, y, en fin, por ning¨²n lado, la mayor¨ªa de los vascos -ETA s¨ª, claro- prefiere una aventura de improbable estrella solitaria en Europa. Claro que en una religi¨®n pol¨ªtica, los sue?os prevalecen necesariamente sobre la realidad, y m¨¢s amparados en el terror. Conclusi¨®n tr¨¢gica: con el PNV de Arzalluz, ETA nunca desaparecer¨¢ voluntariamente. Salvo si la paz, como la de 1939, no es tal paz, sino la victoria.
Es m¨¢s, con Egibar y Otegi en el tim¨®n, el 30% de independentistas se triplicar¨ªa sin problemas. Am¨¦n de otras manipulaci¨®n, cabe pensar en una pregunta como la que sigue: "?Est¨¢ usted de acuerdo con una situaci¨®n de soberan¨ªa que favoreciera al mismo tiempo la construcci¨®n nacional vasca y la paz en Euskal Herria?". Tras el s¨ª, la irreal Asamblea de Electos podr¨¢ de este modo jugar su papel de ¨®rgano constituyente, mientras el Gobierno "vascongado" administra lo cotidiano, aplicando la v¨ªa Ch¨¢vez que tanto atrae a nuestros abertzales. Y ETA, de ¨¢ngel guardi¨¢n. El "proceso democr¨¢tico" desemboca en la supresi¨®n de la democracia. Sobre el coste de la operaci¨®n, de nuevo basta con cerrar los ojos.
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