El Calder¨®n reclama soluciones
Un grupo de hinchas se encara con Gil tras el partido, y unos 300 arrojaron piedras a los coches de los jugadores a la salida
Primero fue en el palco de autoridades, apenas Jap¨®n Sevilla se?al¨® el final del encuentro: los abonados que ocupaban las localidades vecinas se giraron y comenzaron a increpar duramente al propietario del Atl¨¦tico, Jes¨²s Gil, quien les contest¨®, demand¨¢ndoles que sean "verdaderos atl¨¦ticos". Poco despu¨¦s, en la puerta n¨²mero 6 del Estadio Vicente Clader¨®n, unos 300 aficionados, muchos de ellos integrantes del grupo ultra Frente Atl¨¦tico, esperaron la salida de los jugadores, que se retiraban cada uno por su cuenta en sus respectivos coches.La salida de los futbolistas se convirti¨® r¨¢pidamente en un calvario, en una escena policial poco relacionada con el f¨²tbol. La polic¨ªa hab¨ªa decidido desplazar hacia all¨ª la mayor¨ªa de sus agentes, pero el dispositivo de seguridad no pudo evitar que los aficionados, enfurecidos por la octava derrota de su equipo en lo que va de Liga, arrojaran piedras y todo tipo de objetos contra los coches de los jugadores del Atl¨¦tico, al mismo tiempo que les gritaban "mercenarios" y otro tipo de consignas de similar calibre.
Afortunadamente no hubo que lamentar v¨ªctimas. Tan s¨®lo el coche del yugoslavo Veljko Paunovic result¨® impactado por uno de los proyectiles que arrojaban los hinchas.
El partido de ayer pareci¨® colmar la paciencia del aficionado atl¨¦tico. Si bien concurrieron a ver el partido contra el Valencia muchos m¨¢s espectadores que el jueves pasado, cuando el Atl¨¦tico venci¨® en un partido horroroso al Wolfsburgo alem¨¢n (unos 30.000 ayer, frente a los poco m¨¢s de mil del otro d¨ªa), los asistentes reaccionaron en lo que ha sido una sentencia lapidaria contra la gesti¨®n de la temporada que est¨¢n realizando, en el nivel directivo la familia Gil, y sobre el terreno de juego el entrenador Claudio Ranieri y los jugadores.
Tras el partido de ayer, los aficionados no s¨®lo pitaron al equipo y entonaron c¨¢nticos contra toda la instituci¨®n: el campo del Calder¨®n qued¨® sembrado de almohadillas, y los coletazos del disgusto alcanzaron incluso a Jes¨²s Gil. En un di¨¢logo un tanto surrealista, Gil se encar¨® con los aficionados que le ped¨ªan medidas urgentes -le aconsejaban incluso que dejara de pagar a los jugadores-, y los reprendi¨® por las bajas entradas que registr¨® el campo del Atl¨¦tico en las ¨²ltimas jornadas.
Ranieri baja los decibelios
Entre tanta crispaci¨®n, Claudio Ranieri decidi¨® bajar la tensi¨®n que lo enfrent¨® a sus jugadores el pasado jueves, cuando dijo que sin Hasselbaink el Atl¨¦tico s¨®lo pod¨ªa pelear por la permanencia. A sus palabras hab¨ªan respondido dos de las figuras m¨¢s relevantes del vestuario, Santi y Molina, que mostraron claramente su disgusto con las declaraciones del entrenador. As¨ª, Ranieri se mostr¨® ayer satisfecho con el rendimiento de sus futbolistas, pese a la derrota. "Estoy contento porque los jugadores han dado todo. El resultado no ha sido el que esper¨¢bamos, pero hoy la actitud ha sido buena".
El Atl¨¦tico jug¨® ayer durante 19 minutos contra nueve jugadore, y otros nueve contra ocho. A pesar de ello, no s¨®lo no pudo nivelar el marcador sino que hasta cre¨® menos ocasiones de gol que cuando estaban jugando once contra once. "Es cierto", dijo Ranieri, "pero hay que reconocer el m¨¦rito del Valencia, que se multiplic¨® en defensa, hizo tiempo, se encerr¨® y todas esas cosas que ponen tan nerviosos a los rivales. Y nos pusimos nerviosos: quer¨ªamos jugar con el bal¨®n por el suelo, pero termin¨¢bamos tirando balonazos al ¨¢rea, cuando no tenemos un rematador de cabeza".
Ranieri baj¨® los decibelios de su enfrentamiento con los jugadores, pero reconoci¨® que la t¨¢ctica de criticar a sus jugadores le gusta, y no s¨®lo eso: tambi¨¦n le gusta que ¨¦stos reaccionen, como lo han hecho Santi y Molina.
Gil se encara con los abonados y ofrece devolverles el dinero
"No podemos seguir as¨ª ni un minuto m¨¢s. El equipo necesita atl¨¦ticos de verdad que le ayuden. Si no, nos vamos a hundir, nos vamos a Segunda Divisi¨®n". Jes¨²s Gil, propietario del Atl¨¦tico, lanz¨® ayer un ultim¨¢tum contra los aficionados rojiblancos. Se encar¨® con algunos de ellos tras el partido contra el Valencia, y se despach¨® a gusto m¨¢s tarde, cuando volvi¨® insistir en que para ¨¦l la cantidad de abonados (25.000) es baj¨ªsima, "aunque muchos de ellos sean maravillosos". Gil anunci¨® tambi¨¦n una medida que demuestra su lealtad con el entrenador -"en este momento tenemos que estar m¨¢s unidos que nunca"- y su desconfianza actual hacia los aficionados, especialmente los abonados: "Todos los que est¨¦n defraudados o decepcionados, pueden pasar desde ma?ana [por hoy] por las oficinas del club, que se les devolver¨¢ el dinero de lo que queda de temporada".El propietario del Atl¨¦tico justifica su decisi¨®n en que el equipo necesita en las gradas "atl¨¦ticos de verdad", y en que los ingresos de taquilla no representan una parte importante de los ingresos de la instituci¨®n. Seg¨²n Gil, el club habr¨¢ gastado en toda esta temporada unos 15.000 millones de pesetas, y la recaudaci¨®n por taquilla y abonos no supera los 3.000 millones. "No puede ser que el jueves [contra el Wolfsburgo] ingresemos s¨®lo cuatro millones por taquilla, y hoy s¨®lo nueve millones. Para lo que vale, mejor que s¨®lo vengan los nuestros de verdad". Dice Gil que no encuentra otra soluci¨®n, ya que "el Atl¨¦tico es ahora una sociedad an¨®nima, ya no es un club".
Gil ha vuelto al ruedo. Cara a cara con los aficionados, volvi¨® a hacer gala de su histrionismo y sus tablas para manejar este tipo de situaciones. Al final del partido, mientras los aficionados le increpaban y le reclamaban medidas urgentes, ¨¦l se tocaba con el dedo ¨ªndice la punta de la lengua. "Menos pico", parec¨ªa decirles. Y prometi¨®, para demostrar su apoyo al equipo, viajar con el equipo a Barcelona, el pr¨®ximo fin de semana, algo muy poco habitual en ¨¦l.
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