Despegue
En el acto celebrado por el Congreso para conmemorar el 21? aniversario de la Constituci¨®n, el presidente del Gobierno acus¨® formalmente al nacionalismo vasco democr¨¢tico de plegarse a una deliberada estrategia independentista en connivencia con ETA, que se habr¨ªa desplegado en cuatro fases planificadas al d¨ªa siguiente del asesinato de Miguel ?ngel Blanco. El alegato, as¨ª formulado en tan solemne marco, no podr¨ªa ser m¨¢s grave. Y en consecuencia, al PNV, antiguo aliado parlamentario del Gobierno, no se le dejaba otra salida que el despegue del bando dem¨®crata. De modo que la pieza acusatoria de Aznar era en realidad una profec¨ªa destinada a autocumplirse, pues no pod¨ªa menos que provocar la misma reacci¨®n que se pretend¨ªa denunciar. Pero, ?qu¨¦ hay de veros¨ªmil en semejante requisitoria?No cabe duda de que la tregua y Lizarra nacieron como mecanismo de defensa contra el esp¨ªritu de Ermua, que amenazaba con diezmar ideol¨®gicamente las bases electorales del nacionalismo vasco. Hasta aqu¨ª acierta el diagn¨®stico de Aznar. Pero, en cambio, no parece haber connivencia objetiva entre PNV y ETA, sino, por el contrario, una abierta (aunque soterrada) pugna dial¨¦ctica de intereses contrapuestos. La prueba est¨¢ en que la tregua triunf¨®, disolviendo como un azucarillo el esp¨ªritu de Ermua, pero a pesar de eso ETA la ha roto, desarticulando por completo el juego del PNV. ?C¨®mo entenderlo?
La mejor explicaci¨®n es imaginar una partida que enfrentaba a ETA y PNV a ambos lados del tablero, pugnando por ver qui¨¦n explotaba en su propio beneficio el sorprendente ¨¦xito que hab¨ªa cosechado Lizarra al neutralizar Ermua. El PNV intentaba llevarse al huerto a ETA, haci¨¦ndola entrar en las instituciones de la mano de EH. De ah¨ª la met¨¢fora de la pista de aterrizaje con que se pretend¨ªa legitimar el montaje de Lizarra. Pues bien, la met¨¢fora ha funcionado pero en un sentido opuesto al esperado por el PNV. La ruptura de la tregua es la constataci¨®n de que Lizarra no ha supuesto una pista de aterrizaje para ETA, sino una pista de despegue para el PNV, que contra su voluntad se va a ver obligado a romper con Madrid.
?Qui¨¦n ha enga?ado a qui¨¦n? ?Egibar a Otegi con el se?uelo de Lizarra, o ¨¦ste a aqu¨¦l con el anzuelo de la tregua? De los hechos se deduce una victoria en toda regla de la maquiav¨¦lica maniobra de ETA, que ha logrado invertir en su propio beneficio el signo de la correlaci¨®n de fuerzas que le enfrentaba a dos bandas tanto con el PNV como con Madrid. De estar hundida tras el criminal error cometido en Erma, que le hizo perder toda credibilidad ante el electorado vasco, ETA ha conseguido remontar el vuelo gracias a la tregua, recobrando parte de su legitimidad perdida. Pero entonces, ?por qu¨¦ ha roto una tregua que tanto le beneficiaba, como si se le hubiera subido su inesperado ¨¦xito a la cabeza?: Sin duda, para hundir al PNV, oblig¨¢ndole a romper su doble juego con Madrid. Y es que ser as¨ª est¨¢ en su naturaleza, como el alacr¨¢n de la f¨¢bula que pic¨® mortal y suicidamente a la rana que le salvaba la vida llev¨¢ndole hasta la otra orilla.
?Y ahora qu¨¦? El PNV parece hallarse en una encrucijada, como si debiera optar entre Lizarra y Madrid. Pero puede que no tenga espacio siquiera para tal dilema, pues se ha comprometido tanto (como la rana con el alacr¨¢n) que no le queda m¨¢s salida que intensificar Lizarra. Es lo que Herbert Haines ha llamado el efecto del ala radical: en todo movimiento social, la presencia de extremistas obliga a los moderados a radicalizarse. Por eso, hasta que no aterricen en las instituciones todos los radicales que vuelan por libre, o no acaben con ellos los cazadores policiales, el PNV deber¨¢ seguir despegando en su busca: est¨¢ en su naturaleza de rana nacionalista, obligada a salvar a los alacranes patriotas. Para ello deber¨¢ extremar su ambig¨¹edad, pero tampoco se le puede reprochar: como sostuvo Michael Oakeshott, cuando la realidad es compleja no se la puede simplificar, pues s¨®lo las pol¨ªticas ambiguas pueden enfrentarse a la ambivalencia de los hechos.
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