Expulsiones y 'trabajos forzados'
Los pa¨ªses del sur de Europa tienen pol¨ªticas similares para combatir el absentismo escolar. En Espa?a, la educaci¨®n obligatoria (hasta los 16 a?os) es un derecho, por lo que el alumno que falta de forma reiterada al colegio no puede nunca perder la escolaridad. Esto no quiere decir que las faltas injustificadas no tengan consecuencias, pero ¨¦stas dif¨ªcilmente repercuten en los padres. La asistencia a clase es un deber para los alumnos espa?oles. Corresponde a los centros decidir c¨®mo luchar contra las pellas: el consejo escolar fija las normas y el castigo por incumplirlas. Los profesores tienen la obligaci¨®n de anotar las ausencias y comunic¨¢rselas a la familia.La expulsi¨®n temporal, por un m¨¢ximo de tres d¨ªas en el territorio MEC, es la m¨¢s extrema. Pero infrecuente, admiten en el ministerio. Existen otras formas de presi¨®n indirecta, como condicionar las ayudas familiares a la escolarizaci¨®n efectiva de los peque?os.
Tanto en Francia como en Italia, los estudiantes se arriesgan tambi¨¦n a perder las ayudas e incluso a ser expulsados del centro.
Otros pa¨ªses, como Holanda, no lo ven igual y combinan las multas a los padres con medidas innovadoras. El Ministerio de Justicia holand¨¦s act¨²a como juez en los casos m¨¢s graves. El fiscal castiga la llamada ausencia de lujo (por ejemplo, si los padres deciden irse de vacaciones antes del final de las clases) con 7.500 pesetas por ni?o y d¨ªa y, si se adelantan m¨¢s de dos semanas, los padres comparecer¨¢n ante los tribunales. En Rotterdam y Breda, Justicia experimenta con la posibilidad de sustituir esa multa por un curso de padres de 20 sesiones. Si el sistema da resultados, se aplicar¨¢ en todo el pa¨ªs en el 2000.
Otro experimento holand¨¦s, del Ministerio de Educaci¨®n, pretende que los estudiantes fichen con una tarjeta al entrar y salir del colegio. En Amsterdam, la polic¨ªa puede detener a los alumnos que encuentren por la calle en horas de colegio, y en Eindhoven, el Ayuntamiento castiga a los que hacen novillos con trabajos forzados en el Ejercito de Salvaci¨®n
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