Arborsos
Florecen y fructifican al mismo tiempo. Van madurando sus c¨¢lidas bayas rojas oto?ales, mientras ostentan racimos de flores como vasijas masculinas contenedoras del gineceo femenino, blanquiverdes rosadas, que empiezan la carrera de todo un a?o hacia el fruto. No descansa, cerrando un ciclo, abre el siguiente. Es coherente que Jano, el dios de las aperturas y las clausuras, entregara como emblema el madro?o a Cardea, residente en un bosque cercano a Roma, se manten¨ªa virgen, a pesar de silvanos peligros y pretendientes. El dios de las puertas y de enero vio con sus dos caras -?as¨ª cualquiera!- c¨®mo y d¨®nde se escond¨ªa la ninfa en la espesura, la posey¨®, realmente la viol¨®, y como el que l"entortava, se l"emportava, tuvo que darle el empleo de diosa de los goznes y patrona de los umbrales, con el poder a?adido de ahuyentar, a los vampiros que chupaban la sangre de los reci¨¦n nacidos de aquel entonces romano.No era, pues, incoherente que nuestro pueblo plantara el siempre verde arbo? a todas horas floreado junto a la puerta de la casa, al creerlo se?al de hospitalidad. Cumpl¨ªa una doble funci¨®n de protecci¨®n de la vivienda contra malos esp¨ªritus y bienvenida de visitanes (hu¨¦spedes mal acogidos como las ratas, los hace huir el santo del d¨ªa, Nicasio, obispo de Reims, donde perdi¨® la cabeza a causa de los v¨¢ndalos en el 407). Es un ¨¢rbol de vida larga y gran generosidad: su ra¨ªz combate las hemorragias, sus hojas ricas en tanino se emplean como antis¨¦ptico, sus ramas rebajan la tensi¨®n arterial. Su fruto con las ben¨¦ficas bendiciones del bosque, contenedor de alcohol vegetal destilable en magn¨ªfico aguardiente, saludaba con su delicada confitura los nuevos amores: "Tu et pensaves amb arboces/ haver guanyat mon voler;/ dona no hauries de ser,/ que tu traidora no fores".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.