El f¨²tbol y la familia
Juan Carlos responde con goles a la p¨¦sima trayectoria del Sevilla
S¨®lo hay dos cosas en la mente de Juan Carlos G¨®mez D¨ªaz (C¨®rdoba, 1973): el f¨²tbol y su familia. Esta dualidad conforma la vida del delantero andaluz que no encuentra ni busca otras respuestas a su existencia -"no se me ha pasado por la cabeza nunca hacer otra cosa"-. Defendiendo desde la temporada pasada la zamarra sevillista, le endos¨® dos tantos al Barcelona el s¨¢bado pasado en un momento en el que la deuda goleadora con su equipo -que ocupa la ¨²ltima posici¨®n- le obligaba a actuaciones extraordinarias. Lleva cinco goles esta temporada.Descendiente de una familia trabajadora sin tradici¨®n futbol¨ªstica, se cri¨® en las categor¨ªas inferiores del C¨®rdoba, hasta dar el salto al segundo equipo del Atl¨¦tico de Madrid para comenzar una carrera ascendente basada en su velocidad y habilidad para marcar. La rapidez con la que encara la porter¨ªa le sirve para suplir sus carencias en el juego a¨¦reo por su baja estatura (1,74). La familia Gil lo mand¨® a su sucursal del Marbella donde se fogue¨® con ocho entrenadores en una temporada. Un disloque del que asegura haber aprendido bastante.
Su trayectoria impecable lo devolvi¨® la temporada 95/96 al primer equipo del Atl¨¦tico, dirigido por Radomir Antic, para que el destino hiciera de las suyas. La pretemporada que traer¨ªa el doblete (campeones de Liga y Copa del Rey) tuvo como consecuencia sus d¨ªas de vino y rosas. Una lesi¨®n en el trofeo Carranza lo apart¨® del terreno de juego durante varios meses, aunque contribuy¨® con tres goles a los triunfos del Atl¨¦tico. "Estaba seguro de que iba a salir de la lesi¨®n para seguir jugando", apunta. Despu¨¦s pasar¨ªa por el Valladolid y finalmente al Sevilla, al que ayud¨® a salir de Segunda Divisi¨®n con sus 13 goles. Cualquier sitio es bueno siempre que se toque el bal¨®n.
Juan Carlos rompe los moldes de los delanteros actuales: asume como errores propios la mala racha del equipo y huye del narcisismo medi¨¢tico: "No me gusto cuando me veo en televisi¨®n". Bien considerado en el vestuario, su seriedad, que algunos confunden con un car¨¢cter introvertido, ha sido decisiva para enderezar al equipo. Sus planes futuros no pasan del pr¨®ximo partido. No se ve retirado del f¨²tbol, pero s¨ª descansando con su mujer y sus dos hijos.
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