Mariscal ve innecesario el consenso para su escultura en la plaza de Cerd¨¤

Con la fugaz aparici¨®n de Arata Isozaki en la galer¨ªa Castellv¨ª, Javier Mariscal, que ha compartido proyectos con el arquitecto japon¨¦s, present¨® ayer su primera exposici¨®n en Barcelona desde hace cinco a?os. El creador aprovech¨® la ocasi¨®n para reprochar al Ayuntamiento que quiera consensuar su proyecto escult¨®rico para la plaza de Cerd¨¤ y asegurar que no se ha entendido el mensaje de su espect¨¢culo Colors.

El creador muestra un conjunto de acuarelas sobre papel que expresan un recorrido alusivo a su mundo visual, en el que est¨¢n presentes el mar, los ¨¢rboles junto a la playa, los conductores de scooters y, c¨®mo no, la sugerencia del universo habitado tanto por Juli¨¢n, Piker y Ferm¨ªn, y por los ?ogis, personajes que exploran el lenguaje pictogr¨¢fico, como puede contemplarse en la exposici¨®n, abierta hasta el 22 de enero. "Estas obras me sirven un poco de salida al tipo de trabajo en equipo, que es el que me ocupa la mayor parte del tiempo", explic¨®. Mariscal est¨¢ pendiente de aclarar el proyecto para construir una gran escultura en la plaza de Cerd¨¤. "Existen problemas de diversa ¨ªndole. He variado el proyecto inicial, y el Ayuntamiento ahora quiere construir una escultura a partir del consenso. Si tuvi¨¦ramos que consensuar todas las esculturas p¨²blicas, seguramente encontrar¨ªamos estatuas ecuestres por toda la ciudad". El Ayuntamiento alega como justificaci¨®n del retraso el alto coste econ¨®mico de la obra.

Pretende el artista que este proyecto sea "potente, valiente y con fuerza" y no est¨¢ dispuesto a repetir la experiencia del Port Ol¨ªmpic, donde un importante proyecto inicial acab¨® en una peque?a escultura acu¨¢tica de Cobi. "Comet¨ª un error y pagu¨¦ el pato. Si pudiera, har¨ªa desaparecer esa obra", dijo.

La exposici¨®n coincide con el reciente estreno del espect¨¢culo Colors, cuya primera representaci¨®n tuvo lugar en el Festival de Perelada y que no ha sido muy bien acogido por la cr¨ªtica. "Colors no es una obra que se tenga que leer de manera lineal ni siguiendo las leyes tradicionales de la dramaturgia". Mariscal cree en el proyecto y piensa que, tras su presentaci¨®n en otras ciudades, volver¨¢ a Barcelona. "Es un experimento que no se ha entendido", afirma.