Horizonte 2000
El siglo que perece fue sepulturero de las grandes utop¨ªas del siglo XIX como el anarquismo y los socialismos. Tambi¨¦n desvel¨® el verdadero rostro de los fascismos de entreguerras que asolaron al mundo. La ca¨ªda del muro dej¨® ver la gran mentira constituida con los cascotes de la II Guerra Mundial. A finales de siglo alguien habl¨® del "fin de las ideolog¨ªas". Yo veo, m¨¢s bien, el fin de una historia concreta, la del siglo XX que pas¨® recientemente.Pero ?qu¨¦ le queda al hombre? Se habla de "globalidad", "terceras v¨ªas", "futuro tecnol¨®gico"..., nada en concreto; nada por lo que realmente, vitalmente involucrarse.
El siglo XX naci¨® con el vigor, el entusiasmo de que el cambio era posible. El desenga?o vino luego.
Ignoro c¨®mo el siglo que entra se enfrentar¨¢ a los grandes retos personales y colectivos que acucian a la humanidad: el medio ambiente; el obsceno reparto de riquezas -continentes enteros, como ?frica, a la deriva entre la miseria y el olvido-; supuesto desarrollo humano basado en un crecimiento material sin l¨ªmites, depredador, tont¨®n, acr¨ªtico, superficial, narcisista e hip¨®crita; el auge de los nacionalismos irracionales; problemas de integraci¨®n y racismos desbordados... En fin, una serie de interminables cuestiones que ennegrecen el horizonte y donde es dif¨ªcil encontrar una luz de referencia que nos libre de encallar en el proceloso siglo o milenio que viene. Tal vez el hecho de que el hombre se juegue su ser en este envite le haga despertar y saque lo mejor de s¨ª mismo, aunque s¨®lo sea como instinto de supervivencia.- . .
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