Banyoles busca que Fomento asuma responsabilidades en el naufragio de "L"Oca"

La Federaci¨®n de Municipios de Catalu?a, a instancias del Ayuntamiento de Banyoles (Pla de l"Estany), ha presentado un recurso contencioso-administrativo contra el Estado para forzar que el Tribunal Superior de Justicia de Catalu?a (TSJC) se pronuncie sobre la jurisdicci¨®n de las aguas interiores. Banyoles siempre ha defendido que la Administraci¨®n municipal no puede ser la ¨²nica imputada por el siniestro que cost¨® la vida a 21 jubilados franceses.

Hasta la fecha, tanto la juez que lleva el caso, Montserrat Bastit, como la Audiencia de Girona han exculpado de cualquier responsabilidad a la Administraci¨®n central.El concejal de Medio Ambiente del anterior consistorio, Josep Alsina, es el ¨²nico representante de la Administraci¨®n a quien por el momento se le atribuye alg¨²n grado de responsabilidad en el siniestro. La Federaci¨®n de Municipios, integrado por ayuntamientos de signo progresista, alega que la propiedad municipal de las aguas interiores, como es el caso del lago de Banyoles, no implica necesariamente que las tareas de polic¨ªa administrativa recaigan sobre los consistorios.

El naufragio destap¨® que ninguna embarcaci¨®n de la zona cumpl¨ªa los requisitos para operar en el lago e hizo evidente una grave laguna administrativa en el control de la navegaci¨®n. Desde entonces, ha sido la Direcci¨®n General de la Marina Mercante, dependiente del Ministerio de Fomento, la que ha matriculado e inspeccionado las barcas tur¨ªsticas. Por otro lado, ayer se llevaron a cabo en el juzgado n¨²mero 7 de Girona dos careos para aclarar la autor¨ªa de los agujeros de ventilaci¨®n que actuaron como v¨ªa de entrada de agua. Miguel Bernal, operario de Polimar 2000, el astillero que construy¨® la nave, reafirm¨® su versi¨®n inicial, seg¨²n la cual fue el propietario de barca, Sim¨® Rodr¨ªguez, quien le orden¨® practicar los agujeros en la popa de la embarcaci¨®n. El propietario neg¨® esta circunstancia.

Su defensa intenta demostrar que se trat¨® s¨®lo de una decisi¨®n t¨¦cnica. La segunda diligencia encar¨® a Bernal con Antonio Moreno, otro operario de los astilleros, a quien el primero acusa de ayudarle en la tarea de agujerear la popa. Moreno se desvincula totalmente de estos trabajos, realizados cuando el catamar¨¢n ya hab¨ªa sido botado en el lago.