El Tribunal de Estrasburgo condena a Londres por el juicio a los ni?os asesinos de Liverpool
Los jueces consideran una violaci¨®n de los derechos humanos que fuesen tratados como adultos
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El Tribunal Europeo de Derechos Humanos, con sede en Estrasburgo, removi¨® ayer los cimientos del sistema judicial brit¨¢nico. Los magistrados decidieron que Jon Venables y Robert Thompson, los dos ni?os de 10 a?os que en 1993 asesinaron en Liverpool al peque?o Jamie Bulger, de apenas dos a?os, no recibieron un juicio justo porque se les trat¨® como si fueran adultos. El fallo no implica su puesta en libertad, ni exonera a los condenados de su responsabilidad por el crimen, pero s¨ª obligar¨¢ al Reino Unido a juzgar en el futuro a los ni?os atendiendo a "su edad, madurez y capacidad intelectual y emocional".
La violaci¨®n de los derechos humanos de los dos menores homicidas se agrav¨®, seg¨²n el tribunal, cuando el entonces ministro del Interior, el conservador Michael Howard, aument¨® a 15 a?os la pena de 10 impuesta por la Corte Suprema a partir de la inicial de 8 a?os fijada por el magistrado local.La decisi¨®n de Estrasburgo fue casi un¨¢nime (16 votos contra 1) y los jueces hicieron p¨²blico el fallo de forma contundente. Seg¨²n ellos, sentar en el banquillo de los acusados a dos chicos de 11 a?os (Venables y Thompson ten¨ªan 10 en el momento del crimen) para juzgarles como adultos con plena responsabilidad penal "viola el art¨ªculo 6, p¨¢rrafo primero, de la Convenci¨®n Europea de Derechos Humanos", que trata sobre el derecho a un juicio justo.
El ¨®rgano judicial europeo reprocha al tribunal que juzg¨® a los ni?os el no haber realizado las sesiones a puerta cerrada, al tratarse de menores. Una medida que, seg¨²n la sentencia, tiene como objetivo "reducir lo m¨¢s posible la intimidaci¨®n y la inhibici¨®n de unos ni?os acusados por una infracci¨®n grave de la que se hicieron un eco considerable los medios de comunicaci¨®n y el p¨²blico".
El fallo a?ade que "la formalidad y terminolog¨ªa propias de los tribunales para mayores de edad debieron resultarles adem¨¢s abrumadoras e incomprensibles". Los jueces otorgan una indemnizaci¨®n de 7,7 millones de pesetas a Venables y 4 millones a Thompson.
El fallo de Estrasburgo supone tambi¨¦n un duro rev¨¦s para el Gobierno brit¨¢nico, ya que califica de "inadmisible" el hecho de que un pol¨ªtico "que no es manifiestamente independiente del Ejecutivo", "y no un jurista imparcial", pueda modificar al alza las condenas establecidas por un tribunal. El titular de Interior disfruta de dicha facultad en el Reino Unido.
Una vez hallados culpables de la tortura y asesinato a golpes del peque?o Bulger, Jon Venables y Robert Thompson recibieron una pena de ocho a?os de c¨¢rcel. Aumentada a 10 a?os por la Corte Suprema, Howard decidi¨® endurecerla hasta los 15, haci¨¦ndose eco del sentir popular, seg¨²n reconoci¨® sin tapujos. La f¨®rmula aplicada en la decisi¨®n del ministro fue: "Estar¨¢n encerrados hasta que Su Majestad quede satisfecha". Por ello, en teor¨ªa pod¨ªan seguir aislados de la sociedad el resto de su vida. En medios jur¨ªdicos se supon¨ªa ayer que los dos chicos, a punto de cumplir 17 a?os, podr¨ªan estar libres tras los 10 a?os establecidos por el Supremo.
El fallo de Estrasburgo provoc¨® la inmediata reacci¨®n de dos de las tres partes afectadas por el mismo: el Gobierno brit¨¢nico y los padres de Jamie Bulger. Las familias de los asesinos guardaron silencio. Jack Straw, actual responsable laborista de Interior, pas¨® uno de los peores momentos de su vida pol¨ªtica. Como el Gobierno hab¨ªa acatado ya la sentencia de Estrasburgo, opt¨® por enumerar lo que los jueces europeos no hab¨ªan modificado.
"Este fallo no anula el veredicto de 1993, que hall¨® culpables de asesinato a Venables y Thompson. Tampoco les exonera en modo alguno de su responsabilidad por la atrocidad cometida. En ning¨²n momento exige, por otra parte, su inmediata puesta en libertad. Eso lo decidir¨¢ la justicia brit¨¢nica", dijo Straw ante una silenciosa C¨¢mara de los Comunes.
Los efectos de las sentencias del Tribunal de Estrasburgo var¨ªan, seg¨²n los derechos humanos violados, desde la anulaci¨®n del juicio, como en el caso Bult¨®, en el que fue condenada Espa?a, hasta la mera indemnizaci¨®n, pasando, como sucede en este caso, por la modificaci¨®n de la normativa nacional.
Cambio de leyes
Lo que Straw no explic¨®, los t¨¦rminos de la pr¨®xima modificaci¨®n forzosa del sistema judicial de Inglaterra y Gales (Escocia tiene sus propias normas), s¨ª mereci¨® el comentario de Allan Levy, uno de los mayores expertos en derechos del ni?o: "El Gobierno tendr¨¢ que cambiar ahora la forma en que son tratados los menores delincuentes por dos motivos. El primero es el veredicto mismo de Estrasburgo. Y el segundo es la Convenci¨®n Europea de Derechos Humanos, firmada por el Reino Unido, y que ser¨¢ incorporada a nuestra legislaci¨®n en octubre de 2000".
En su opini¨®n, una vez cumplido dicho tr¨¢mite, el siguiente paso consistir¨ªa en arrebatarle al ministerio del Interior el poder de fijar penas de c¨¢rcel tambi¨¦n para los adultos. "Informar¨¦ del resultado de mis consideraciones al Parlamento tan pronto como sea posible", indic¨® Straw, al subrayar que necesita tiempo para estudiar el veredicto, de 120 p¨¢ginas, y considerar sus implicaciones para el sistema judicial brit¨¢nico. El responsable de Interior matiz¨® que depender¨¢ del Parlamento "acordar cualquier cambio al marco legislativo para tratar con los delincuentes juveniles en estas circunstancias".
Indignaci¨®n
Lo que no qued¨® claro ayer es si el Reino Unido se ver¨¢ obligado asimismo a aumentar la mayor¨ªa de edad penal de los delincuentes -10 a?os en estos momentos- o bien tendr¨¢ que asegurarles s¨®lo un juicio apto para menores, sea cual fuere el delito cometido.
Semejante perspectiva le result¨® inconcebible a Ann Widdecombe, antigua secretaria de Estado conservadora de Interior. "Este ministerio ha retenido desde los tiempos de la pena de muerte la facultad de establecer las penas de los reos. La medida sirve para garantizarle a la ciudadan¨ªa que el castigo se adecuar¨¢ al delito", subray¨®.
Denise Fergus, la madre del fallecido Jamie, fue menos diplom¨¢tica. No s¨®lo le pidi¨® al ministro Straw que no se doblegue ante las exigencias del tribunal europeo. Para ella, la indemnizaci¨®n para los asesinos de su hijo es "una verg¨¹enza repugnante". "Los asesinos tienen abogados muy astutos y siempre consiguen que se les trate con guante de terciopelo, pero el Gobierno brit¨¢nico no deber¨ªa permitir que el Tribunal Europeo le dicte c¨®mo tiene que funcionar nuestro sistema judicial", declar¨® Denise Fergus a una cadena de televisi¨®n.
Ralph Bulger, su ex marido, dijo sentirse vindicado en parte por la sentencia. "Al menos reconoce que los asesinos de Jamie eran responsables del crimen", se?al¨® con el rostro desencajado. Los abogados de John Venables y Robert Thompson ya hab¨ªan dejado claro antes del fallo que sus familias no pedir¨ªan la celebraci¨®n de un nuevo juicio.
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