Pl¨¢cido Domingo afirma que ¨¦ste es el siglo de oro de la m¨²sica popular
El tenor present¨® ayer su disco de rancheras "100 a?os de mariachi"
Como todas las grandes figuras de la ¨®pera, Pl¨¢cido Domingo (Madrid, 1941) es un ejemplo de la l¨ªrica vertiginosa, casi esp¨ªdica. Su capacidad de trabajo es asombrosa. Ayer, en la Casa de Am¨¦rica, se le hizo entrega de un disco de oro, conseguido en s¨®lo mes y medio, por las ventas de 100 a?os de mariachi, un compacto con 16 versiones de otros tantos grandes ¨¦xitos de la m¨²sica popular mexicana.
Juan Jos¨¦ Bremer, embajador de M¨¦xico en Espa?a, afirm¨® ayer en el acto: "Pl¨¢cido Domingo es un extraordinario difusor de la cultura mexicana en todo el mundo. Nos conoce bien, nos ama y est¨¢ con nosotros siempre, incluso en momentos dram¨¢ticos, como en el terremoto de 1985".Pl¨¢cido Domingo es, ante todo, cantante de ¨®pera en lo m¨¢s alto a lo que se puede llegar en el g¨¦nero. Su agenda para los pr¨®ximos a?os es de infarto. Pero ¨¦l es inquieto y le gusta meterse en fregados art¨ªsticos, aunque lo tiene claro: "Mi vida es la ¨®pera... Ella ocupa el 85% de mi actividad". Ahora bien, el restante 15% lo aprovecha intensamente: de vez en cuando dirige grandes orquestas; est¨¢ al frente de la direcci¨®n art¨ªstica de las ¨®peras de Los ?ngeles y Washington; ha hecho cine con Franco Zeffirelli, Francesco Rosi y Patroni-Griffi... Y ahora esto: "Este disco es un capricho entra?able que est¨¢ incluido en una serie de caprichos que me permito desde hace 10 a?os, grabar los temas que m¨¢s me gustan de la m¨²sica popular latinoamericana. He grabado tangos, temas de Lecuona y canciones tropicales. Ahora he podido realizar el sue?o que tuve desde ni?o: cantar con mariachi".
Los corridos
Pl¨¢cido Domingo emigr¨® con sus padres, cantantes de zarzuela, a M¨¦xico cuando ten¨ªa ocho a?os. Un a?o antes tuvo su primer contacto con los corridos mexicanos: "Mi t¨ªo Pascual era el gerente del cine Rex, en Madrid. Un d¨ªa me invit¨® a ver una pel¨ªcula de Jorge Negrete. Me qued¨¦ fascinado. So?¨¦ que un d¨ªa llegar¨ªa a ser cantante de rancheras". Ese d¨ªa ha llegado. Pero Pl¨¢cido ha cantado muchas rancheras en su vida: "Una noche, en M¨¦xico, lleg¨® la polic¨ªa a cortarme. Para enamorar a Marta, mi mujer, yo alquilaba un mariachi y nos pon¨ªamos a cantar en su casa, un edificio vecinal de tres pisos. La polic¨ªa fue indulgente conmigo, y yo enamor¨¦ a Marta. Es decir, el mariachi es una cosa muy importante en mi vida".
Y dice m¨¢s: "El mariachi naci¨® hace cien a?os, casi al mismo tiempo que el tango, el bolero y la habanera. Poco despu¨¦s, los ritmos afrocubanos encandilan en los clubes de jazz de Nueva York. Este siglo que acaba es el siglo de oro de la m¨²sica popular iberoamericana. Coinciden melod¨ªas sublimes con textos de inmensa altura literaria".
?Le tienta a Pl¨¢cido Domingo hacer alguna vez un concierto de m¨²sica popular?: "Me tienta, pero es complicado. He podido acercarme a esa idea en el Auditorio Nacional de M¨¦xico, donde interpret¨¦ ¨®pera y zarzuela, y termin¨¦ cantando unas cuantas rancheras". En este disco hace versiones muy brillantes, pero sobrias, contenidas, de canciones muy pasionales y desgarradas: "Para un tenor, la ranchera es un g¨¦nero comprometido. Hay que desgarrar mucho la voz. Si yo diera un concierto de rancheras, tendr¨ªa que emplear m¨¢s de ocho d¨ªas en recuperarme... Pero todo esto me tienta mucho, la verdad. Me encanta la m¨²sica popular".
En cuanto a los nuevos int¨¦rpretes de la m¨²sica popular mexicana, Domingo no duda en se?alar un nombre, sin menospreciar al resto de los int¨¦rpretes: Alejandro Fern¨¢ndez.
El tenor triunfa actualmente en el Teatro Real de Madrid con la ¨®pera Margarita la Tornera.
Babelia
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