Presentaci¨®n fallida de un plan

El presidente del Gobierno, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, iba a presidir el pasado 14 de diciembre, junto a los titulares de los departamentos de Fomento y Medio Ambiente, la presentaci¨®n de un multibillonario plan de Infraestructuras para el periodo 2000-2006. El acto se suspendi¨®. A la hora prevista, el presidente giraba una visita a Galicia. Fuentes de Fomento aseguran que la suspensi¨®n se hizo por indicaciones de La Moncloa, habida cuenta de la inoportunidad pol¨ªtica de vender un macropl¨¢n desde un ministerio que no atraviesa un buen momento de credibilidad pol¨ªtica. Tanto este macropl¨¢n como otros sectoriales -la segunda fase de autopistas de peaje, por ejemplo- no han sido elaborados con criterios objetivos ni se han discutido con los agentes sociales ni en el Parlamento, dos pasos fundamentales que no deben faltar en la elaboraci¨®n de un plan de esas caracter¨ªsticas, seg¨²n los ingenieros de caminos firmantes de la carta al ministro Arias-Salgado. Se quejan de que sobre ellos recae la responsabilidad jur¨ªdica del control y la administraci¨®n de servicios "cada vez m¨¢s privatizados, convirtiendo su firma en una apariencia de legalidad que les puede llevar a ser responsables legales de decisiones que les son ajenas o, en caso de negarse, a ser tachados de obstruccionistas o poco eficaces y arrinconados por ello".

A?aden en la carta que cada vez se delegan m¨¢s tareas en empresas privadas, sin que exista una organizaci¨®n administrativa que controle la actividad del conjunto de ellas y permita optimizar las inversiones realizadas. "Consecuencia de ello es que se persiguen objetivos parciales, multiplicando actuaciones y exigiendo como contraprestaci¨®n unos cuantiosos gastos que pagan todos los contribuyentes".

La protesta de los ingenieros de caminos adscritos a la Direcci¨®n General de Carreteras se produce dos meses despu¨¦s de una iniciativa similar de sus compa?eros de Obras Hidr¨¢ulicas ante la ministra de Medio Ambiente.

En este caso denunciaban que las carencias de organizaci¨®n y el traspaso de funciones a las sociedades estatales de aguas hab¨ªa conducido a que el control de las obras hidr¨¢ulicas (presas, depuradoras, desaladoras, canalizaciones) no pueda realizarse con las debidas garant¨ªas, ya que no se puede ser a la vez promotor de una obra y supervisor de su calidad. Los funcionarios encargados de esta tarea se sent¨ªan incapaces de cumplir con la legalidad.