Los organoclorados se asocian con el riesgo de c¨¢ncer de p¨¢ncreas
Un equipo espa?ol halla la primera relaci¨®n entre un oncog¨¦n y una sustancia ambiental
Los niveles sangu¨ªneos elevados de organoclorados como el DDT se asocian con un mayor riesgo de c¨¢ncer de p¨¢ncreas, seg¨²n un trabajo de investigadores espa?oles publicado en la revista The Lancet. La trascendencia del hallazgo no es s¨®lo que aporta una pista para entender el c¨¢ncer de p¨¢ncreas, uno de los tumores cuyas causas son m¨¢s desconocidas, sino que es la primera vez que se relaciona una sustancia ambiental con un oncog¨¦n.
Aunque lo m¨¢s probable es que la relaci¨®n no sea de causa-efecto, los investigadores espa?oles han demostrado que las anomal¨ªas gen¨¦ticas observadas en algunos c¨¢nceres, como el de p¨¢ncreas, est¨¢n asociadas con sustancias ambientales.Hasta ahora se sab¨ªa que los oncogenes de la familia ras estaban relacionados con la aparic¨®n de procesos cancerosos de colon, vejiga y p¨¢ncreas, y que las mutaciones de uno de ellos, el oncog¨¦n K-ras, son muy frecuentes en el c¨¢ncer de p¨¢ncreas (las presentan entre un 75% y un 80% de los pacientes). En estudios con animales de laboratorio se hab¨ªa visto adem¨¢s que este oncog¨¦n es una diana muy apetecible para algunas sustancias qu¨ªmicas cancer¨ªgenas. Pero no se hab¨ªa encontrado ning¨²n factor ambiental ni personal que contribuyese a causar estas mutaciones en seres humanos.
El trabajo del equipo de Miquel Porta, epidemi¨®logo del Instituto Municipal de Investigaci¨®n M¨¦dica (IMIM) de Barcelona, ha descubierto que existe una relaci¨®n entre la mutaci¨®n del oncog¨¦n K-ras y algunos compuestos organoclorados, concretamente el plaguicida DDT, el DDE (el principal producto en el que se degrada el DDT) y algunas otras sustancias qu¨ªmicas de la familia de los bifenilos policlorados (conocidos como PCB, sus siglas en ingl¨¦s).
Los investigadores espa?oles estudiaron 51 casos de c¨¢ncer de p¨¢ncreas y 26 controles (personas que no padecen este tumor). Y encontraron que las concentraciones de DDT, DDE y los tres PCB predominantes eran significativamente superiores en los casos de c¨¢ncer de p¨¢ncreas que ten¨ªan la mutaci¨®n en el K-ras que en los casos que no presentaban la mutaci¨®n y en los controles.
En comparaci¨®n con los casos con concentraciones qu¨ªmicas m¨¢s bajas, los casos con mayores concentraciones ten¨ªan una probabilidad cinco veces mayor de tener la mutaci¨®n. Adem¨¢s, hab¨ªa un efecto dosis-respuesta altamente significativo.
Seg¨²n Porta, "el estudio no pretende demostrar que exista una conexi¨®n causal directa entre la mutaci¨®n y los niveles en sangre de estos agentes qu¨ªmicos. Los resultados s¨®lo sugieren que estos compuestos podr¨ªan o bien reforzar la capacidad mut¨¢gena de otros compuestos o bien favorecer el crecimiento de las c¨¦lulas ya mutadas."
Adem¨¢s de Porta, han participado en el estudio otros investigadores del IMIM, de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona, del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas y de cinco hospitales espa?oles.
Respecto a la v¨ªa de entrada de los organoclorados en el organismo, los cient¨ªficos espa?oles creen que lo m¨¢s probable es que se trate de una exposici¨®n ambiental "de fondo" y a muy bajas dosis. "Probablemente", comenta Porta, "a trav¨¦s de la dieta, y espec¨ªficamente de las partes m¨¢s grasas de los alimentos, puesto que los compuestos organoclorados son muy lipof¨ªlicos, y el organismo los absorbe mucho m¨¢s desde el tracto digestivo cuando est¨¢n disueltos en grasas".
Aunque se trata del primer estudio que pone de relieve una asociaci¨®n entre sustancias ambientales y un oncog¨¦n, si se confirmaran estos hallazgos, afirma Porta, "cabr¨ªa plantearse controles m¨¢s frecuentes de los residuos en alimentos".
Dispersos por el planeta
En Espa?a, el DDT se utiliz¨® ampliamente como plaguicida hasta hace alrededor de una d¨¦cada, mientras que los PCB se han utilizado como aislantes en equipos el¨¦ctricos, como lubricantes y en pl¨¢sticos.
Estos organoclorados, que se han dispersado y contaminan amplias zonas del planeta, son muy dif¨ªciles de eliminar por el cuerpo humano, tienen un tiempo de vida media largo y se acumulan en los tejidos grasos. Muchos organoclorados son cancer¨ªgenos para los animales y algunos alteran el funcionamiento normal del sistema hormonal.
En estudios recientes efectuados por Antonio Herrera Marteache en la Universidad de Zaragoza se ha observado que m¨¢s de un 70% de las muestras de carne analizadas contiene residuos de DDT y la mitad de las muestras de pescado contiene los PCB 138, 153 y 180, exactamente los mismos cong¨¦neres que los investigadores del IMIM encuentran asociados a la mutaci¨®n en el gen K-ras."Los resultados no deben inquietar especialmente", dice Porta, "pero s¨ª son un acicate para que las ciudadanas y ciudadanos nos concienciemos e informemos mejor sobre c¨®mo podemos respetar y hacer respetar el medio ambiente". Y a?ade: "Yo personalmente he dado sangre para nuestros estudios, y conozco mis niveles sangu¨ªneos de organoclorados: todos los compuestos que detectamos en los pacientes est¨¢n tambi¨¦n en mi sangre, y mis concentraciones est¨¢n m¨¢s bien cerca de las de los casos no mutados y los controles".
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