Optimismo
El mes de diciembre est¨¢ siempre apretado de prisas, agobios, gastos, ilusiones, depresiones y quejas por mil quehaceres variopintos. Tambi¨¦n es un mes generoso en conciertos, conferencias y todo tipo de actividades culturales. Y este a?o ha sido tambi¨¦n pr¨®digo en gripes; hemos sido muchos los que hemos tenido la suerte y la desgracia de bisar la gripe y pasar los d¨ªas de m¨¢s agobio en la cama, sin poder hacer ni asistir a nada. O casi. Yo estuve activa un viernes, el d¨ªa de las conferencias de Lafontaine y Na?r; todo lo dem¨¢s me lo he tenido que leer, desde las mil noticias de los peri¨®dicos hasta los discursos de investidura como Doctor Honoris Causa de Oreja Aguirre y de Mayor Zaragoza, tan bien editados por la Universidad de Sevilla.Cuando por fin me he levantado a escribir, con la cabeza como un tambor, lo primero que he visto en la televisi¨®n ha sido el desastre de Venezuela, y, para que no se me viniera el poquito de alma que me quedaba a los pies, he buscado entre los papeles que hab¨ªa recolectado, con todo el inter¨¦s que me permit¨ªa la debilidad, un motivo de optimismo en un hecho ins¨®lito: todo el mundo est¨¢ de acuerdo en una misma cosa. La cosa en s¨ª no es motivo de risa sino todo lo contrario y las soluciones son muy variadas e incluso contradictorias. Por otro lado, no es nada nuevo, nos coge con la fibra sentimental navide?a y en precampa?a electoral, pero, digo yo, que si ahora lo vemos todos tan claro, a lo mejor, con mucha suerte y todav¨ªa m¨¢s voluntad, puede que pongamos en marcha el principio del principio de alguna soluci¨®n.
Lo digo ya: todos sabemos perfectamente, sin asomo de duda, que aproximadamente una tercera parte de la humanidad se muere de hambre y necesidades, otra tercera parte en guerras, y el tercio que queda, con m¨¢s medios que nunca, no puede resignarse al odio y a la injusticia, la miseria se le ha de volver insoportable en la medida en que la puede evitar. Digo yo que es triste que tanta tecnolog¨ªa no pueda acabar con el hambre y el fr¨ªo y las matanzas, pero en cambio pueda calentar m¨¢s de la cuenta el planeta y destruir tantas cosas que necesitamos de la naturaleza. Ojal¨¢ que lo podamos arreglar. Tal como todo el mundo dice.
BEGO?A MEDINA
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