Premios

NEGRITASALEJANDRO V. GARC?AUnos adivinos de Castell¨®n, que pilla cerca de Elche, poblaci¨®n agraciada con el premio principal de la loter¨ªa, vaticinaron hace dos meses que esa fortuna corresponder¨ªa a Granada. Los granadinos m¨¢s ingenuos corrieron en busca del d¨¦cimo predicho, invirtieron su peque?o capital en aquellos d¨ªgitos desafortunados y se dispusieron a esperar el sue?o del aluvi¨®n de millones.

Quiz¨¢ entre ellos hubo algunos -ahora lo entiendo- que hab¨ªan previsto comprar comprar la loter¨ªa en Elche. Mientras, los adivinos de Castell¨®n, si realmente son visionarios como proclamaron las televisiones y los diarios, se aprestaron a adquirir participaciones cerca de all¨ª, en una administraci¨®n de Elche, con la seguridad de que no tendr¨ªan que compartir el premio con nadie de Granada. Puestos a creer en fantas¨ªas ?por qu¨¦ no confiar en ¨¦sta que al menos tiene una moraleja cuajada de escepticismo?

La ventaja principal del oficio de adivino es que los colegiados no tienen que dar cuenta de sus fracasos, por m¨¢s dolor o beneficio que hayan alentado sus presagios. Si yerra la ciencia ?no va a tener derecho a fallar un tipo que deduce el porvenir del poso del caf¨¦ o de un mont¨®n de harina?

Los premios que prometen los adivinos est¨¢n fabricados de un material tan vol¨¢til que si se pierden a nadie arruinan. En cambio, el premio que el concejal de Presidencia de Granada, Antonio Cruz, ha propuesto para confortar la memoria de Rafael Alberti, memoria en los ¨²ltimos tiempos desvirtuada, es de oro leg¨ªtimo. El Ayuntamiento tiene el prop¨®sito de concederle la medalla de la ciudad ?Contribuir¨¢ as¨ª el Ayuntamiento a la herencia de Mar¨ªa Asunci¨®n Mateo, la compleja viuda del poeta, y sus hijos? ?O echar¨¢ el alcalde Jos¨¦ Moratalla el oro de la medalla al mar como un tributo al gaditano?

M¨¢s oro: el que la Federaci¨®n Andaluza de Hockey ha colocado en la solapa del concejal de Cultura, Turismo y Deportes de Granada, Jes¨²s Valenzuela, vistos sus m¨¦ritos sobre la hierba. Un oro en forma de insginia y a t¨ªtulo personal. Que aproveche este oro Valenzuela, porque el del fomento del boxeo -oro y sangre- recaer¨¢ sobre otro. El concejal ha renunciado a gastar quince millones para subvencionar bofetadas y esta actitud, aunque gane el respeto de los pac¨ªficos, pierde el oro de los guantes y las cejas tumefactas.