Los muertos ya se est¨¢n descomponiendo
?Epa taxero!No te hab¨ªa respondido porque tengo dos d¨ªas en las labores de rescate del desastre que hubo en el litoral. No s¨¦ si hasta all¨¢ han llegado las im¨¢genes de TV, pero cualquier vaina que veas multipl¨ªcala por 200 y te har¨¢s una imagen parcial de la magnitud de la tragedia. Ayer estuve todo el d¨ªa rescatando gente desde helic¨®pteros y llev¨¢ndola a las fragatas y al aeropuerto de Maiquet¨ªa, donde se improvis¨® un hospital de emergencia y un refugio.
Imag¨ªnate que desde el puerto de La Guaira (el cual est¨¢ destruido...) hacia Los Caracas, no hay 50 metros corridos de carretera. Poblaciones enteras fueron barridas y t¨² caminas por encima del 3?-4¡ã pisos de los edificios, porque todo lo dem¨¢s est¨¢ tapiado [sepultado].
Por supuesto que encuentras muertos por todos lados y en ciertas zonas lo que ves son pedazos de brazos y piernas. Los muertos ya se est¨¢n descomponiendo y el olor se hace fuerte.
Ayer intentamos aterrizar en Naiguat¨¢ y no pudimos porque una horda de gente se nos abalanz¨® sobre el helic¨®ptero para que los rescat¨¢ramos y tuvimos que despegar antes de que nos mataran. En otra zona me baj¨¦ a buscar otras personas y hab¨ªa un mont¨®n de co?os de madre saqueando los muertos y los apartamentos (cay¨¦ndose a tiros entre ellos). Tuve que agarrar a ocho soldados del Ej¨¦rcito y fuimos tomando territorio para poder llegar hasta las zonas donde estaba la gente atrapada con los carajitos desnudos y sin comer.
Mi socio, Carlos, se fue con otro grupo a un campo de golf de Caraballeda, donde se concentraban los sobrevivientes para que los evacuaran, y tuvieron que dormir en la grama atendiendo ellos solos como a mil personas y ayudando a sacarlas.
Para que te imagines la mamaz¨®n, ayer s¨®lo me sent¨¦ en el tiempo que estuve en los helic¨®pteros y vine a comer como a las diez de la noche... No creo que esa zona se vuelva habitable en menos de un par de a?os y transitable en al menos cinco, porque definitivamente hay que reconstruir todo por encima de la nueva topograf¨ªa. Hay piedras m¨¢s grandes que una camioneta que bajaron con la corriente.
La autopista est¨¢ esco?etada en, por lo menos, el 50% de su extensi¨®n. Puerto Azul desapareci¨®. T¨² ubicas la piscina ol¨ªmpica porque ves que del pantano sobresale la plataforma del trampol¨ªn de 10 metros. El bowling [bolera] est¨¢ absolutamente tapiado y lo ubicas porque est¨¢ al lado del techo del cine. El malec¨®n fue barrido y en la bah¨ªa ves los yates como estacionados en el barro, y desaparecieron las dos playas. La gente invadi¨® los edificios que quedaron en pie, as¨ª que quien ten¨ªa un apartamento de la playa de Caraballeda para all¨¢, que lo olvide...
Hoy ni de vaina me met¨ªa all¨¢ desarmado, porque desde anoche se arm¨® la sampablera entre los bichos rascados [saqueadores] que hasta atacaban a las comisiones de rescate y les disparaban a los helic¨®pteros que no aterrizaban donde ellos quer¨ªan. Afortunadamente, los carajos del Ej¨¦rcito se dejaron de pendejadas y acribillaron a todo el que intentaba saquear y tambi¨¦n a los que se quer¨ªan meter en las casas que quedaron bien.
Para que veas la mentalidad de esos malditos, le sacaban los aires acondicionados a las casas no s¨¦ para qu¨¦ co?o, si ni siquiera hay electricidad...
Gracias a Dios, no ha faltado la colaboraci¨®n, y tanto los suministros como los medicamentos ya est¨¢n llegando. En el pantanal me encontr¨¦ con un mont¨®n de m¨¦dicos amigos que se dejaron de pendejadas y le echaron bola. Dejaron las cl¨ªnicas y el traje y se metieron a la candela. En mi helic¨®ptero me llev¨¦ a unos carajos del hospital de cl¨ªnicas Caracas y a otros del centro m¨¦dico que no andaban preguntando mariqueras, sino que dijeron "v¨¢monos" y nos fuimos.
Por supuesto, los pol¨ªticos y militares (de alto rango) lo que hac¨ªan era estorbar y tratar de robar c¨¢mara. El imb¨¦cil de el mico-mandante trajo a unos cubanos y los puso al mando del hospital de campa?a de Maiquet¨ªa y, por supuesto, no sab¨ªan ni donde quedaba catia la mar, Naiguat¨¢, Carmen de Uria y menos los hospitales de referencia, y se cre¨® un caos incalificable. Si son expertos en medicina de desastres han debido mandarlos a la zona de desastre y no dejarlos en la comodidad del hospital, donde lo que crearon fue precisamente un desastre.
En cambio, los mexicanos s¨ª se botaron. Los tipos trajeron tres aviones completos cargados de vainas y como 100 carajos que, sin hacer ruido ni andar, declarando estupideces en la TV, se fueron directos a la candela.
Los gringos mandaron dos helic¨®pteros black-hawk que ayudaban (pero le daban prioridad a la evacuaci¨®n de los turistas del Sheraton....), en los que caben entre ocho y 10 personas, pero si hubieran mandado dos Chinook de 80 personas en un par de d¨ªas sac¨¢bamos a todo el mundo, pero algo es algo.
Se me olvidaba, hoy perd¨ª todo el d¨ªa en la carlota porque a las ocho de la ma?ana iba a despegar en un MD-520 de un amigo m¨ªo para sacar a unos carajitos con distrofia muscular que estaban atrapados en Caraballeda, y a mi socio y los otros ocho m¨¦dicos que estaban varados desde ayer en el campo de golf, y un general mother-fucker [hijo de puta] del Ej¨¦rcito pidi¨® que lo llevaran a R¨ªo Chico a inspeccionar la zona y el co?o de madre se qued¨® hasta las tres de la tarde con el helic¨®ptero robando c¨¢mara y no pude buscar a los ni?itos, mientras Carlos y su grupo se pudieron regresar en un Bell-412 de la Fuerza A¨¦rea Venezolana hasta Maiquet¨ªa, y desde all¨ª les dieron la cola en el avi¨®n presidencial.
Bueno, mi pana, voy a ver si duermo un pelo porque la palabra esco?etado no me describe lo suficiente. Saludos y seguimos en contacto. Jorge.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.